domingo, 13 de julio de 2008

iPhone bara bara... llévele, llévele... pura calidá de Apol

Sí, lo acepto. Otra vez titulé un post con una frase que consideré llamativa para aprovecharme de la situación, las modas, lo que está in, para intentar atraer lectores a mi blog, y es que, ¿quién no lo haría después de que en un mes sólo me han escrito 7 comentarios en mi último post? Confieso que lloro noche tras noche por la inminente confusión que me provoca observar que mi blog tiene más de 130,000 visitas y nomás 7 pinches comentarios. Lo confieso. Pero eso no importa, pues desde que me he convertido en un adulto-joven-clasemediero-que-trabaja-más-de-ocho-horas-diarias (además de los sábados donde el objetivo de todos en la oficina es inventarse algo nuevo en qué hacerse pendejos durante 6 horas [ah, pero eso sí, a uno que anda en chinga toda la mañana realmente trabajando no se le vaya a ocurrir salirse de la oficina a la hora en punto, porque ya lo ven feo, pfff... {¿apoco no extrañaban mi método de parentesización -palabra nueva, agréguenla a su diccionario niños- marca registrada}... en fin, el caso es que, como siempre, ya no me acuerdo de lo que estaba escribiendo... mmm... cerraré paréntesis como si nada hubiese pasado]).

Ya me acordé. La cosa es que esta semana salió a la venta (o "entró a la venta", [está más mejor decido, ¿no?]) el iPhone 3G en varios países, acontecimiento esperado por cientos, o miles, o cientos de miles, o millones, no sé, un chingo de gente en todo el mundo. En todos lados hubo enormes filas, gente acampando fuera de su distribuidor más cercano, riñas, miradas rijosas hacia los primeros de la fila, miradas de "ja, pinches losers" hacia los últimos de la fila, y en general toda la expectación posible para un aparatito de Apple -una de las marcas más elitistas de la última década-, que combina teléfono, iPod e Internet en uno solo.

A mí la verdad me vale madres tener o no un iPhone -vamos, si me regalasen uno, no me enojaría en lo absoluto-, pero me resulta sumamente preocupante el conocer a varias personas que padecen de severos síntomas de estrés a causa de su imposibilidad de tenerlo. Y esto se ha dado en varios escenarios:

a)
AmiguiDeMrCougar: Wey, ya falta un mes para que salga el nuevo iPhone.
MrCougar: ...
AmiguiDeMrCougar: No, en serio, ya quiero que salga, ya no puedo esperar.
MrCougar: ¿Por qué? ¿Te vas a comprar uno?
AmiguiDeMrCougar: No sé wey, no tengo tanta lana...
MrCougar: ¿No te acabas de compar el iPod Touch?
AmiguiDeMrCougar: Sí...
MrCougar: ¿Cuánto pagaste por eso?
AmiguiDeMrCougar: Lo sigo pagando... digamos que me falta como 1 año y medio de no poder ir una vez a la semana al buffet de sushi.
MrCougar: Uhhh, mal pex. ¿Entonces para qué quieres el nuevo iPhone?
AmiguiDeMrCougar: ¡¡No mames wey!! ¡¡O sea es EL NUEVO iPHONE!! (nótese que la "i" siempre debe ir en minúsculas, o Apple me demandará por uso indebido en mi post).
MrCougar: Ohh, por eso amo la mercadotecnia.
AmiguiDeMrCougar: Pinche mercadólogo. En fin, ya quiero que salga el iPhone.
MrCougar: ...
AmiguiDeMrCougar: ¡¡¡¿Qué?!!! ............. Mmm.......... ¿Me invitas al sushi?
MrCougar: No.

b)
OtroAmiguiDeMrCougar: ¡¡¡Ahhhhh, hoy salió el nuevo iPhone y yo aquí sin poder ir a Telcel!!!
MrCougar: Jajaja, ni pedo... de todo$ modo$ no puede$ comprártelo...
ElOtroAmigui
DeMrCougar: Pero my boyfriend me lo va a regalaa-aaaaar...
MrCougar: Pfff, chiflada... por eso tu quincena no te dura más de 3 días...
ElOtroAmiguiDeMrCougar: Déjameee, tengo problemas... y pronto tendré mi iPhone, ji ji ji.

3 Horas después...

ElOtroAmiguiDeMrCougar: Noooooo maaaaaameeeeeees, dijo mi novio que los iPhones se acabaron en ¡¡DOS HORAAAAAAS!!!
MrCougar: ¡¡¡JAAAAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAAAA!!!
ElOtroAmiguiDeMrCougar: ¿Estaría mal si te dijera que ahora soy infeliz?
MrCougar: ¡JAJAJAJAJAJA!... Sí.

En fin, amiguis y ami...guis. El caso es que... iPhone, iPod, iTouch, iDon'tgiveashit!!! En resumidas cuentas, con todo lo anterior llegamos a dos conclusiones: 1) me sigue resultando muy difícul hacer posts breves; y 2) factores como la crisis en la economía global, el calentamiento de la Tierra, una de las mayores inflaciones en las últimas décadas en México, la pobreza extrema del 20% de la población mundial, la muerte de Valentín Elizalde "el gallo dioro", la salida del mercado de las Grageitas de Gamesa, y muchas otras tragedias de índole global, sigue siendo asombroso el poder que tiene la Mercadotecnia sobre todos ustedes, bola de simples mortales. Lo bueno es que yo estoy del otro lado, yo sé que el 95% de los que tienen/quieren/sienten que necesitan un iPhone, realmente no tienen la menor idea de que están siendo manipulados por un puñado de mercadólogos que anteriormente realizaron un estudio del mercado meta para determinar las conductas de consumo que le favorecerían al lanzar a la venta un producto que, eventualmente, satisfaría la necesidad que ellos mismos crearon. Sublime. Tío Carlitos (Slim), Tío Stevie (Jobs), felicidades. Ahí luego me pasan la factura por usar sus marcas y demás nombres comerciales en mi post.




No chinguen, cómo extraño las Grageitas.