Merry Chrystal and Happy New York

O guaréver.

Este año tampoco va a haber propósitos, lo cual significa que estoy cumpliendo por segunda vez consecutiva mi propósito de hace 2 años de no hacer lista de propósitos.

El año pasado dije que ojalá que el 2009 estuviera mucho mejor que el 2008, año en que me tocó el mega recorte de personal a nivel nacional de la cervecera donde trabajaba, así como el mega recorte mega mamón de mi ahora ex novia, entre otros acontecimientos desagradables.

Sin embargo, pinche 2009 no mames, en verdad te esmeraste en ser aún peor que el 2008. Entre crisis económica, influenza y otras babosadas atribuibles a los gobiernos de las naciones de este tan sangrado planeta, el 2009 estuvo para llorar... el sector más afectado fue el económico, aunque no debería quejarme pues aún así pude irme de viaje a Playa del Carmen, a un partido de la selección mexicana de fútbol donde se logró la clasificación al mundial 2010, a un concierto de The Killers, me compré mi coche nuevo (que 2 meses después me chocarían), claro que esto a ustedes les vale pa' pura madre, pero es bonito recordarlo.

Afortunadamente, tuve menos malestares por migraña, y la gastritis que parecía comenzaría a joderme, se detuvo gracias a que dejé de ser el que hacía las compras en mi casa, y mi hermana compró menos cochinadas y más comida integral y/o saludable.

No obstante, las canas se propagaron considerablemente (no me chingues, tengo 25 años!!), y estoy pensando seriamente comenzar a comprar Just for men.

El 2010 es el año del Centenario de la Revolución Mexicana y el Bicentenario de la Independencia de México... y me vale madres. A fin de cuentas la revolución ni revolucionó tanto el progreso del país, ni la independencia nos tiene tan independientes que digamos. Pero bueno, al menos los billetes conmemorativos están bonitos.

El 2010 me huele todavía a libertad en el ámbito personal, y espero con ansias el concierto de Coldplay en marzo, el desmadre en Los Cabos en febrero, el road-business-trip a Guadalajara, y una que otra pumaventura de la cual ya se enterarán si es que ando de buenas.

Les deseo lo mejor de lo mejor a los que leen y comentan en este blog (mejores deseos para los que comentan que para los que nomás leen, porque estos últimos no elevan tanto mi ego). Interesante y bonito que a pesar de lo amargado y mamón y todo eso que me he vuelto, sigan aquí enterándose de lo que la Ley de Murphy es capaz de hacer en una sola persona en tan poquito tiempo. Les debo la serie de TV, les prometo que algún día la verán.

Gracias, y como siempre... vuelvan pronto!

And you could have it all...

[Sigue continuando de la continuación...]

Y no es que no haya tenido pretendientes. Tampoco pasaba por temas de homosexualidad. Mucho menos el que las pretendientes no estuvieran guapas... simplemente no me gustaban lo suficiente. Y muchos dirían "no mames, si no te ibas a casar con ellas", y ya lo sé, pero lo cierto es que siempre he sido demasiado exigente en ese tipo de elecciones.

Y otros dirán "pero es que tú no las eliges, es el amor que une sus destinos"... y yo les digo "no mamen".

En fin, todo lo anterior me pone a pensar en el por qué soy tan exigente, tan selectivo, por qué tengo esa capacidad tan estúpida de encontrarle siempre un defecto a la mayoría de las chicas con las que salgo (por lo regular a las que tardo más en encontrarles defectos, son las que me encuentran defectos más rápido a mí).

Otro factor importante es que de un tiempo a la fecha me he vuelto sumamente superficial... y digamos que la superficialidad y el estúpidamente alto nivel de exigencia no son para nada una buena combinación... aunque de repente tenga mis tremendos resbalones de flaqueza, urgidez o estado de ebriedad (aunque hasta ahora nada grave).

Pretextos como: vive muy lejos, tiene un lunar en la nariz, le gustan los tatuajes, es fumadora, toma mucho, está loca, no sabe manejar, no escucha otra cosa más que reggaeton, no me gusta cómo se viste, tiene brackets, está muy morena, está más alta que yo, está muy chaparra, no le gusta la misma música que a mí, tiene una fijación por los argentinos, tiene autoestima demasiado baja, tiene autoestima demasiado alta, no me gusta el corte de pelo que le hicieron, nunca ofrece pagar cuando salimos, le gustan las películas ñoñas de vampiros, está engordando mucho, y ciento veintitres mil cuatrocientos cincuenta y seis excusas más, se me ocurren cuando de plano ya no me siento a gusto con una u otra chica.

¿Existe o no existe el amor? Preguntó alguien en la última reunión mixta de solteros con un amigo, una amiga de mi amigo, y una amiga de la amiga de mi amigo (oh yeah, baby)... a lo que los otros 2 respondieron: "no". Debatieron después sobre qué es el amor; finalmente, después de varios minutos en silencio y darle un trago a mi whiskey con refresco sabor lima limón, dije "amor es cuando le puedes ser fiel a alguien toda tu vida". Se desató una discusión a la cual nadie pudo darle una conclusión coherente (suele pasar después de una botella de Juanito Caminante Etiqueta vaya-usté-a-saber-de-qué-color).

Menos mal que no dije "amor es cuando puedes imaginarte a tu pareja: vieja, gorda, pelona y cagando... y aún así querer pasar el resto de tu vida con ella".

No he encontrado cómo hacer para mezclar la cursilería con el buen humor sin terminar diciendo una frase estúpida. Así como tampoco he encontrado cómo hacer para que me deje de importar menos lo de afuera y más lo de adentro. ¿Sugerencias?

[Podría seguir continuando, pero no... FIN]

Where'd you go?

[Continuación...]

Aunado al hecho de que nunca fui bueno "ligando", se sumaba el que tampoco era del tipo de chavo que le gusta utilizar a las mujeres como objetos. Sin embargo, hay una edad en la que ese tipo de chavos son los que la mayoría de las chicas encuentran más atractivos (esa edad es desde los 10 hasta como los 39.5 años)... ya después se les pasa y se conforman con lo que caiga. Pero bueno, ese tampoco es el punto.

Volviendo al tema (¿cuál tema?), aún recuerdo las niñas que me gustaban en la secundaria... fueron como dos, porque incluso ni en mi mente era mujeriego, sin embargo, nunca pude decirle a ninguna de las dos que me gustaban y que quería andar de manita sudada en el recreo con ellas (o sea, con una a la vez, cada una en su tiempo... aunque hubiera sido super matón andar con las dos jajajajajajajejejejejejojojojo... ok, ya me desvié de nuevo).

Nunca fui un ser broncudo... simplemente no me convenía. El único pleito que tuve en secundaria fue cuando un enano cabezón (sin albur) con pelos de baba (sin albur otra vez!!!) me buscó bronca no recuerdo ni por qué, tal vez porque era de los menos corpulentos y no representaba mucha amenaza... tal vez el chamaco solamente estaba aburrido... tal vez su papá lo hacía jugar "al doctor"... nunca lo supe, nunca lo sabremos. El caso es que cuando intenté "hacer las paces", aceptó darme la mano, me jaló hacia él e hizo el típico movimiento de pelvis hacia adelante y hacia arriba para burlarse de mi intento pacifista. Le dije "qué pendejo", me contestó "te dejo y con tu hermana me emparejo" (carajo! pero si teníamos 12 años!!). Me retiré del lugar. Al día siguiente, uno de los broncudos de mi salón me dijo extasiado: "¡qué chingón eres! ¡Gracias a ti ya tenemos pretexto para agarrarnos a madrazos con los del 'C'!" y se retiró emocionado a la batalla campal, a tan sólo una cuadra de la secundaria. No asistí.

Al día siguiente me enteré que se metieron los del "B" y uno de ellos casi mata -literalmente- a patadas a un compañero. Me sentí culpable... al cabo de varios días, no pasó a mayores... hubo otras diecisiete peleas ese año. ¿Yo? Por supuesto que no estuve involucrado en ninguna...

Al respecto, algunas niñas me decían que era mucho más maduro que casi todos, a pesar de ser de los de menor edad... otras decían que me parecía a Flavio César, uno de esos poperos chafas y efímeros de aquella época... de repente me decían que le gustaba a una o a otra... nunca tuve novia en la secundaria.

[Seguirá continuando...]