¿Cuándo han visto que la carta de un niño a Santa Claus contenga esa frase? Exacto: nunca. Entonces, ¿qué demonios les hace pensar que yo o cualquier clasemediero común y corriente tiene esa necesidad insatisfecha de poseer un par más de calcetines grises con rombitos color chedrón*?
No debe parecerles extraño que les diga que me ca-rrr-ga comprar regalos, como a mucha gente igual o más amargados que yo, y es que cada año no te salvas de una: el tráfico, la dificultad para encontrar estacionamiento, la mercancía escogida, aplastada y revuelta. No se diga en Tampico, donde, a pesar de haber mil lugares en los cuales esparcir el aguinaldo y las próximas deudas crediticias, a la raza le gusta ir nada más a Liverpool, la tienda departamental más carera que hay. La otra opción es la "Plaza Tres Arcos", nuestro pobrecito chiquitito centro comercial, del cual estamos bien pero bien orgullosos porque nos hace comprar cosas bien caro pa' sentirnos así de que bien naisss como en ciudá cosmopolita.
La verdad es que yo fui a comprar los regalos navideños a esos dos lugares, pero claro, no estoy tan güey, fui un viernes a las 11 de la mañana, para evitar aglomeraciones y ahorrarle al mundo veintiseis mentadas de madre innecesarias.
Y lo juro, ya no tengo esa actitud emo de "buuh la navidad apesta, bla bla bla, odio a toda la gente, ojalá que se acabe el mundo, Santa Claus es un imbécil..." etc. Trato de no ser tan grinch y tolerar a la gente, a los que manejan mal; a los que en lugar de cambiar su gandalla y chingativa forma de ser, la incrementan; a los que suben al 200% el precio de las cosas; a los que te piden dinero en nombre "delniñodioj", a los que... bueno. Trato de contribuir con la masa comercial que incrementa el consumo, que a su vez, estimula el crecimiento económico -por fugaz que sea-, a fin de cuentas tengo un poquito más de autocontrol y espíritu ahorrativo que el 90% de la población mexicana que por alguna extraña y estúpida razón cree ingenuamente que cuando se termine el 2008 sus deudas en tarjetas de crédito desaparecerán automáticamente por arte de la magia de la virgenchita de Guadalupe y los Santos Reyes.
Nota cultural: Los hombres somos un modelo hecho a la antigüita; solamente vemos en 16 colores, estamos diseñados para percibir solamente cosas concretas y no matices visuales. Así que por favor, cuando pidan sus regalos, absténganse de decir que quieren una blusa color "chedrón", "índigo", "carmín", "fucsia", "carmesí", "bermellón", "granate", "ocre, "alazán" o "añil".
Por su comprensión, gracias, y por supuesto... devuelva pronto (la cena de navidad y año nuevo).
No debe parecerles extraño que les diga que me ca-rrr-ga comprar regalos, como a mucha gente igual o más amargados que yo, y es que cada año no te salvas de una: el tráfico, la dificultad para encontrar estacionamiento, la mercancía escogida, aplastada y revuelta. No se diga en Tampico, donde, a pesar de haber mil lugares en los cuales esparcir el aguinaldo y las próximas deudas crediticias, a la raza le gusta ir nada más a Liverpool, la tienda departamental más carera que hay. La otra opción es la "Plaza Tres Arcos", nuestro pobrecito chiquitito centro comercial, del cual estamos bien pero bien orgullosos porque nos hace comprar cosas bien caro pa' sentirnos así de que bien naisss como en ciudá cosmopolita.
La verdad es que yo fui a comprar los regalos navideños a esos dos lugares, pero claro, no estoy tan güey, fui un viernes a las 11 de la mañana, para evitar aglomeraciones y ahorrarle al mundo veintiseis mentadas de madre innecesarias.
Y lo juro, ya no tengo esa actitud emo de "buuh la navidad apesta, bla bla bla, odio a toda la gente, ojalá que se acabe el mundo, Santa Claus es un imbécil..." etc. Trato de no ser tan grinch y tolerar a la gente, a los que manejan mal; a los que en lugar de cambiar su gandalla y chingativa forma de ser, la incrementan; a los que suben al 200% el precio de las cosas; a los que te piden dinero en nombre "delniñodioj", a los que... bueno. Trato de contribuir con la masa comercial que incrementa el consumo, que a su vez, estimula el crecimiento económico -por fugaz que sea-, a fin de cuentas tengo un poquito más de autocontrol y espíritu ahorrativo que el 90% de la población mexicana que por alguna extraña y estúpida razón cree ingenuamente que cuando se termine el 2008 sus deudas en tarjetas de crédito desaparecerán automáticamente por arte de la magia de la virgenchita de Guadalupe y los Santos Reyes.
Nota cultural: Los hombres somos un modelo hecho a la antigüita; solamente vemos en 16 colores, estamos diseñados para percibir solamente cosas concretas y no matices visuales. Así que por favor, cuando pidan sus regalos, absténganse de decir que quieren una blusa color "chedrón", "índigo", "carmín", "fucsia", "carmesí", "bermellón", "granate", "ocre, "alazán" o "añil".
Por su comprensión, gracias, y por supuesto... devuelva pronto (la cena de navidad y año nuevo).
6 comentarios:
:) no estás tan margadito, yo esperaba leer cosas peores, mañana me voy (ahora sí) estas mujeres de Dios decidieron que era mejor viajar con sol :S...ojalá sea del sol que yo creo se referían, ese que sale por la mañana, y no el que viene embotellado...
Jajajajajaja Dalay cosita hermosa :), ya ni yo que ando en DFectuposo, por cierto muy FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO, UN BESO Y UN ABRAZO!
hey, yo si se cuales son esos colores guey!
se me olvidó decir que nada más dos tipos de hombres conocen esos colores: los diseñadores o los jotos... (puede aplicar ambos JAJAJAJA)
JAJAJA Imbecil
Jajajaja Grinch! eii.. ojalá contestaras algún coment o dieras señales de vida ;)
Publicar un comentario