sábado, 27 de septiembre de 2008

Help

Otra vez la cajeteé, volví a borrar los comentarios de todos mis posts. La primera vez fue por pasar de los comentarios simples de Blogger a Haloscan. Ahora, con el nuevo diseño de Google/Blogger, no puedo incluir el código HTML en mi nueva versión de plantilla para instalar la configuración de Haloscan. Lo curioso es que volvieron los comentarios que alguna vez borré al instalar Haloscan.

Ahora, tal vez tendré que decidir entre: A) los comentarios desde que abrí mi blog hasta antes de cagarla por primera vez, y B) los comentarios desde que instalé Haloscan hasta hace como 2 semanas que la volví a cagar.

O esperar un milagro y que alguna sabia y caritativa alma me diga cómo chingados le hago. Eso, o pegarle a los 250 millones del Melate y dejarme de pendejaditas como postear.

Gracias, vuelva pronto.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Pinche Chuy

Lo sé. Esta frase te suena familiar, muuuy familiar. Claro, esta frase fue efecto de muchas de tus acciones, la mayor parte de ellas motivo de risa, asombro, chistes, tal vez alguna leve molestia, pero a fin de cuentas todo terminaba con una sonrisa; porque así era siempre, porque así eras tú; y porque jamás imaginábamos una reunión en la que tú estuvieras presente y la gran parte del tiempo tuviéramos otra cosa mas que una sonrisa en nuestro rostro... y en el alma.

Hoy te lo repito: Pinche Chuy. Tú sabes que no es de mala fe; aunque, lamentablemente, también sabes por qué lo hago. Y esta será la única -y última- vez que no tendré esa acostumbrada sonrisa en mi rostro.

Estoy confundido, lo acepto; pero no siento ganas de aclarar las cosas, y es que, ¿para qué aclarar el agua cuando el fondo es lo que está sucio? O peor aún, ¿qué tal si jamás llegamos al fondo? O... ¿sabes qué? Olvídalo. Podré ser egoísta, pero tal vez lo único que necesitaba era sacar estas palabras, no de la mejor manera, pero al fin y al cabo a mi manera; pues es muy cierto, cada quien asimila las situaciones de la vida a su propio estilo y conveniencia.

Somos seres humanos: fallamos, nos caemos, nos levantamos, volvemos a caer, decimos palabras de más (o de menos), nos arrepentimos, el caso es que cada quien aprende a su manera. Si tuviera que arrepentirme de algo, sería de no haberte dado mi -no tan sabio- consejo una vez más... nunca está de más, aunque esta vez estuvo de menos. Me faltó. Eso creo, no sé. Nunca lo sabré.

Lo que sí sé, es que este diciembre, la Central de Autobuses de Tampico tiene una persona menos a quien esperar; también sé que ahora en nuestras reuniones de amigos posiblemente ocupemos solamente un coche para trasladarnos; sé que la playa tendrá un voto menos a favor, que ahora tal vez nos alcance con un six, que habrá menos acciones sorpresivas, menos "ronda de la locura", menos pinturas qué criticar, un simpatizante menos de los Pumas; sé que será difícil encontrar alguien con quien utilizar la palabra "ludópata" sin que suene extraño... y también sé que esto que haces, que quién sabe cómo lo haces, seguirá pasándome de vez en cuando, que se nos ocurra voltear a ver las fotos de miles de tardes y noches que -te repito- terminaron con una sonrisa.

Lo que no sé es POR QUÉ. Ya no quiero saberlo. Sé que estás bien... pero aún así: pinche Chuy.