Esto se iba a llamar "Post del porqué no quiero volver a hacer otra Pool Party en mi casa", pero no consideré justo mentar madres a los que no vinieron, porque claro, todos son personas ocupadisisisisisisísimas ahora que ya se graduaron y tienen toda una vida de hombres/mujeres de negocios. Pfffff mis pelotas hacen más negocios que ustedes, cabrones.
En fin, decidí acumular mi ira para fines más decorosos, y entonces se me ocurrió el jueves ir a "la feria", es decir, las "Fiestas de Abril Tampico 2007", que resultaron ser, en pocas palabras: una mierda. Y esta vez puedo decir que LITERALMENTE fueron una mierda, por la sencilla razón de que... pisé mierda. Lo que me reconforta es el saber que no fui el único.
Chamaco preguntón: ¿Y cómo fue que pisaste mierda en la feria, oh, guapísimo Mr. Cougar?
Pues bien, no fue por ir al stand del ganado Cebú. El caso es que salimos de casa de mi novia a las 8:30 PM, con la inteligentísima intención de ir a la feria el mismo día que se presentaría Camila... digo: Camila... bueno, ya: Camila. Y así fuimos parte de un festín vial, con la alegría que siempre representan los coches que se te meten, los que no dejan pasar, los que se cambian de carril tres veces, el hecho de no avanzar más de 100 metros en una hora, así como la inverosímil repavimentación de una de las dos vías de acceso a la feria a medio terminar y que provocaba que solamente un carril pudiera utilizarse con dichos fines. Al faltar unos doscientos metros para llegar, y mientras cantábamos tan sentimentalmente "I want it that way" de los Backstreet Boys, nos indicó el amable oficial de vialidad que tendríamos que desviarnos por otro camino que supuestamente nos llevaría a tan anhelado destino. Mangos. Llegamos, nos estacionamos, y vimos frente a nosotros aproximadamente doscientos cuarenta y siete montones de arena movediza, algunos de ellos decorados naturalmente con pastizal, y los más nutridos, con un poco de agua alrededor. Toda la nacada -al igual que nosotros, los burgueses- se quedó pasmada... gente corriendo de un lado a otro... niños preguntando a su mamá: "mamá, ¿qué hacemos?"... otros diciendo: "¿qué pedo?", bueno, no decían eso, pero tenían la cara... algunos comenzaron a hacerse los intrépidos y a brincar de cúmulo en cúmulo, lo que terminó en gente atascada entre el lodazal, así como un valiente que se iba alumbrando con el celular y que a la voz de "yo traigo botas" terminó con una pierna inmóvil, la cara embarrada en el suelo y el celular muriendo poco a poco en un charco con gusarapos. Nosotros fuimos más inteligentes. Así que después de portarme mamón con mi novia porque me ensucié los zapatos por su culpa -según yo-, decidimos rodear los montones de arena hasta llegar a un camino que parecía seguro... y fue así como vimos ya cerca la iluminación característica de la feria... claro, todavía tuvimos que brinca una zanja y un riachuelo, no sin antes dejar que un imbécil aventara una piedra a aquél, para mojarme media pierna del pantalón... y cuando un amigo dijo "pisen ahí porque está seco por el aserrín", todos creímos que sería una buena idea... y ya un minuto después reaccioné que para lo único que sirve el pinche aserrín es para cubrir el excremento del ganado. Ah, pero no me mojé los zapatos... nada más me los llené de popó.
Todavía llegamos al intento de taquilla, con una señora con cara de pocos amigos y que repetía cual grabadora "paguen con feria", mientras cobraba 25 pesos por persona, nos formamos en la interminable fila, y finalmente pudimos entrar al mundo donde los sueños se hacen realidad, por ahí de las 10:45 de la noche. Escuchamos cuatro canciones de Camila, tardamos en decidir a cuál juego nos subiríamos, me arrepentí a la mera hora por maricón, glotoneamos un rato, menseamos (entre artesanías, el "pásele güerita", un stand de películas pirata [¡¡¡que sepa madres quién le habrá otorgado el permiso para vender!!!]), etc... y llegué a mi casa a las 2:30 AM.
Oh, Fiestas de Abril Tampico 2007, con tu olor a popó, tu teleférico que recorre cincuenta metros (ida y vuelta), tu olor a popó, tus juegos inseguros, tu olor a popó, tus stands de CDs piratas, tu olor a popó, y claro... tu olor a popó... ¡Nunca las olvidaré! =)
En fin, decidí acumular mi ira para fines más decorosos, y entonces se me ocurrió el jueves ir a "la feria", es decir, las "Fiestas de Abril Tampico 2007", que resultaron ser, en pocas palabras: una mierda. Y esta vez puedo decir que LITERALMENTE fueron una mierda, por la sencilla razón de que... pisé mierda. Lo que me reconforta es el saber que no fui el único.
Chamaco preguntón: ¿Y cómo fue que pisaste mierda en la feria, oh, guapísimo Mr. Cougar?
Pues bien, no fue por ir al stand del ganado Cebú. El caso es que salimos de casa de mi novia a las 8:30 PM, con la inteligentísima intención de ir a la feria el mismo día que se presentaría Camila... digo: Camila... bueno, ya: Camila. Y así fuimos parte de un festín vial, con la alegría que siempre representan los coches que se te meten, los que no dejan pasar, los que se cambian de carril tres veces, el hecho de no avanzar más de 100 metros en una hora, así como la inverosímil repavimentación de una de las dos vías de acceso a la feria a medio terminar y que provocaba que solamente un carril pudiera utilizarse con dichos fines. Al faltar unos doscientos metros para llegar, y mientras cantábamos tan sentimentalmente "I want it that way" de los Backstreet Boys, nos indicó el amable oficial de vialidad que tendríamos que desviarnos por otro camino que supuestamente nos llevaría a tan anhelado destino. Mangos. Llegamos, nos estacionamos, y vimos frente a nosotros aproximadamente doscientos cuarenta y siete montones de arena movediza, algunos de ellos decorados naturalmente con pastizal, y los más nutridos, con un poco de agua alrededor. Toda la nacada -al igual que nosotros, los burgueses- se quedó pasmada... gente corriendo de un lado a otro... niños preguntando a su mamá: "mamá, ¿qué hacemos?"... otros diciendo: "¿qué pedo?", bueno, no decían eso, pero tenían la cara... algunos comenzaron a hacerse los intrépidos y a brincar de cúmulo en cúmulo, lo que terminó en gente atascada entre el lodazal, así como un valiente que se iba alumbrando con el celular y que a la voz de "yo traigo botas" terminó con una pierna inmóvil, la cara embarrada en el suelo y el celular muriendo poco a poco en un charco con gusarapos. Nosotros fuimos más inteligentes. Así que después de portarme mamón con mi novia porque me ensucié los zapatos por su culpa -según yo-, decidimos rodear los montones de arena hasta llegar a un camino que parecía seguro... y fue así como vimos ya cerca la iluminación característica de la feria... claro, todavía tuvimos que brinca una zanja y un riachuelo, no sin antes dejar que un imbécil aventara una piedra a aquél, para mojarme media pierna del pantalón... y cuando un amigo dijo "pisen ahí porque está seco por el aserrín", todos creímos que sería una buena idea... y ya un minuto después reaccioné que para lo único que sirve el pinche aserrín es para cubrir el excremento del ganado. Ah, pero no me mojé los zapatos... nada más me los llené de popó.
Todavía llegamos al intento de taquilla, con una señora con cara de pocos amigos y que repetía cual grabadora "paguen con feria", mientras cobraba 25 pesos por persona, nos formamos en la interminable fila, y finalmente pudimos entrar al mundo donde los sueños se hacen realidad, por ahí de las 10:45 de la noche. Escuchamos cuatro canciones de Camila, tardamos en decidir a cuál juego nos subiríamos, me arrepentí a la mera hora por maricón, glotoneamos un rato, menseamos (entre artesanías, el "pásele güerita", un stand de películas pirata [¡¡¡que sepa madres quién le habrá otorgado el permiso para vender!!!]), etc... y llegué a mi casa a las 2:30 AM.
Oh, Fiestas de Abril Tampico 2007, con tu olor a popó, tu teleférico que recorre cincuenta metros (ida y vuelta), tu olor a popó, tus juegos inseguros, tu olor a popó, tus stands de CDs piratas, tu olor a popó, y claro... tu olor a popó... ¡Nunca las olvidaré! =)
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