viernes, 30 de enero de 2009

I (L) Murphy's Law

Realmente podría escribir un post de esos en los que comienzo diciendo que será algo resumido pero que después me emociono y le entro al debraye que me hace explayarme a mi máximo, despotricando contra quién sé yo, desahogando mi enojo, echando verborrea, terminando con un post como de cuarenta y siete párrafos que al final diga "perdón, otra vez no fui breve", pero esta vez no lo haré, querido blog.

Incluso cuando volví a experimentar la Ley de Murphy unas ochenta y cuatro veces en este no-tan-bello inicio del tampoco-tan-bello 2009.

Y es que después de arrojar el caviar* a gusto durante los últimos 2 meses del año, después de haber sido diplomáticamente liquidado de aquella bonita empresa donde me dijeron "firma tu renuncia pero no te creas, sí te vamos a pagar liquidación, es un favor que te estoy pidiendo como cuates", a lo que yo contestaría "vete al carajo, como cuates"; pues realmente me puse así como que a rumiar en lo más adentro de mis adentros (bueno, no taaan taaaaan adentro), y llegué a la conclusión de que no soy descendiente directo de Carlitos Slim, en pocas palabras, se me estaba acabando la lana.

Fue ahí cuando el espíritu santo bajó del cielo (del kiosko de la plaza central de Tampico) en forma de palomita gris y le aventó un seeendo, floreado y maravilloso medio litro de popocita al cofre de mi coche, para después iluminarme con sus bellas palabras: "ya ponte a trabajar, pinche huevón".

Y sí, pues me acordé que tenía como año y medio queriendo abrir mi empresa de mercadotecnia, ya saben (¿saben?), investigaciones de mercado, campañas publicitarias, imagen corporativa, e-te-cé, e-te-cé, e-te-cé. Entonces pues así básicamente dije "pos la abro", y pos que la abro. Me conseguí unas oficinas que pinté yo mismo myself moi, le aventé 3 escritorios y 2 compus, contraté un diseñador gráfico de lujo, una asistente-cotizadora-secretaria-recepcionista-all-in-one super eficiente, me puse al tiro con una contadora que me explicó qué pepe con los impuestos (HUEEEVA TOTAAAL MALDITA BUROCRACIA FISCAAAAAL), contraté teléfono, puse internet, hice remodelaciones aquí y allá, no, no, no, hasta parecía que me estaba casando y acondicionaba mi nidito diamour.

Y se preguntará usted (o no se preguntará usted, digo, cada quien...) ¿y en qué te jodió la Ley de Murphy esta vez, oh guapérrimo y excelso Mr. Cougar? Pues bien, qué bueno que lo preguntas, ya me hiciste derramar 250 mililitos de bilis -otra vez-. Porque primero hubo fuga en el baño, luego la pintura de un cuarto se empezó a despegar por no haber limpiado bien la pared, los clientes tienen un mes sin pagar aún cuando yo puse dinero de mi bolsillo (digo, no es como que yo traigo un chiiiiingo de lana en mi bolsilo, de hecho ni me gusta tener dinero en mi bolsillo, porque luego ahí andan sonando las moneditas "shhiiishhh, quishhh, shhiiishhh, quishhh, shhiiishhh, quishhh", bueno usted me entiende), la asistente-recepcionista-all-in-one-betaversion1.0 ya pasó a mejor vida (o sea un empleo donde le pagan mejor), el internet falló las dos primeras semanas, después se cayó el servidor de correo y hospedaje de la web durante una semana completita, no me llegaron correos importantes que me hicieron perder clientes no-tan-importantes ("ayyy Mr. Cougar no digas esooo, todos los clientes son importantes") pero al fin clientes, los proveedores parece que te estuvieran haciendo un favor de venderte, y como otras veintisiete cosas que ya se me olvidaron y que voy a recordar cuando esté en la cama a punto de dormir y sin algo en qué apuntar, porque de eso se trata la Ley de Murphy.

Disculpe usté tanta babosada, a mí se me hace que ese pollo que me comí hace rato murió de cosquillas. Me lleva el carajo, otra vez no fui breve.

*Tirar la hueva.

jueves, 22 de enero de 2009

Más dudas con respecto a la farandulilla musicalilla

1. No me sorprende el hecho de que Hilary Duff haya decidido finalmente incluir a un pinche negro en su nuevo video, haciéndole segunda mientras le pronuncia frases soeces sugerentemente sexosas. Tampoco me sorprende que vuelvan a maquillarla y vestirla como la zorrita depravada que es o que se propone ser, de hecho no es para nada molesto y al contrario, es algo que el género masculino en general le agradece a sus asesores de imagen. Lo que no entiendo es porqué carajos tiene que darle en la madre a una canción tan emblemática de Depeche Mode. ¡¡¡¡¿Por qué?!!!!

2. Pregunta: ¿cuál de los tres Jonas Brothers es el imbécil que insiste en cantar como si le estuvieran metiendo un pepino por el trasero?

3. ¿Cuál es el siguiente atrevimiento en el próximo video de la Britney Esparza? Paulatinamente su cantidad de ropa fue disminuyendo hasta llegar a aparecer completamente desnuda (sueño de muchos cumplido), en su video Womanizer. Cuidado: puede que la motivación para muchos haya terminado.

4. Ya en serio, pero ya en serio, díganme la neta: ¿como pa' cuándo la verdadera separación de RBD? Digo... nomás por curiosidad...

5. ¿Qué tengo que hacer para ser el protagonista de uno de estos videos?* Cualquier información porfa pásenla a mi mail.



*PD - Cobro bara bara...

domingo, 18 de enero de 2009

Random flashbacks

  1. Mi primera "novia formal" la tuve a finales de primaria y principios de secundaria, entrecomillándolo porque vamos, a esa edad, a uno como varón le dan hueva esas mafufadas (también a esta edad, pero pues antes más).
  2. Durante la primavera del año 2002, es decir, a mis 17 primaveras, tuve mi segunda "novia formal". Igual de entrecomillado porque realmente con ninguna de las dos se me dio eso de oficializar las cosas por iniciativa propia porque como que faltaba motivación.
  3. Aquella "segunda novia formal" vivía en el D.F., algo que incrementaba exponencialmente lo patético de la situación. Hace unos cuantos días descubrí un texto que me envió, y hace apenas unas horas lo acabo de leer -creo yo- por primera vez; se trataba de la letra de la canción "De las tardes" de Fernando Delgadillo, muy buena por cierto.
  4. Acabo de caer en cuenta que con esa canción como que trataba de decirme que quería que fuera a visitarla más seguido.
  5. Un día me fui de rol a Puebla con mis amigos, y decidimos ir de paseo un par de horas al D.F., le marqué a mi entonces "novia" y nos vimos en un centro comercial. Después de platicar por alrededor de una hora, lo único que daba vueltas por mi cabeza era "no mames qué fea está mi novia".
  6. Un señor nos hizo el favor de tomarnos una foto; me regaló un dije; nos despedimos así como con canción de fondo tipo "Penélope", y disfruté mi última hora en chilangolandia de compras, con mi cabeza dando vueltas diciendo "no mames qué fea está mi novia".
  7. Cuando me encontré de vuelta con mis amigos, uno de ellos me dijo "no mames qué fea está tu novia". Me quedé callado.
  8. Aún conservo el dije. ¿La foto? Ni de pedo...

sábado, 10 de enero de 2009

Resumiendo un resumen resumido del 2008

Pues sí, con eso de que el 2008 fue un año realmente pobre en cuanto a mis posts, que dejaron de ser un medio de expresión y comenzaron a convertirse en un "tengo que postear algo pero no sé qué escribir". Básicamente todo se resume a que me valió para tres cuartos de pepino echado a perder.

Uno de mis mejores amigos me comentó, al iniciar el año, que le gustaban los años pares, por lo tanto, el 2008 sería un buen año, que auguraba buenas cosas y que nos la pasaríamos bien. En agosto, mi amigo falleció, por causas que todavía desconozco, y que no quiero saber, pero que no significa que piense en ello sin provocarme aún ese sentimiento de ingrata insatisfacción que me orilla a decir "por supuesto que pude haber hecho más".

Durante el spring break, me dieron mi propio break, estuve solterito durante un mes, dedicado 100% al trabajo que en ese entonces no era otro más que estar en la playa ayudando a coordinar los eventos organizados por la cerveza mexicana más vendida en el mundo, con edecanes, fiestas, conciertos, cerveza gratis y una que otra table dancer bailando sobre una Hummer que... bueno, pa' qué les cuento...

En el verano, me fue de maravilla: una radiografía de la parte lumbar de mi columna decía que tenía un disco "degenerado", a causa de levantar más peso del debido en el gimnasio un año atrás, ejercicios que me sirvieron para gastar 300 pesos al mes y aumentar apenas 5 kg mal proporcionados en mi cuerpo (no se emocionen, fue en la panza). La consecuencia: pomadas, pastillas, inyecciones carísimas, bolsa de agua caliente y masajes, que me aliviaron nada más por un mes. Las prohibiciones: trotar o correr sobre pavimento, y en general cualquier deporte excepto la natación.

Tuve mi acostumbrada racha de gripe veraniega, esa que me fascina porque me obliga a pasar la semana de mayor calor en Tampico con el aire acondicionado apagado y sin poder tomar bebidas frías.

En septiembre, el neurólogo me diagnosticó migraña. Me prohibió el chocolate, la cerveza, el vino tinto, el exceso de carne roja y el Jarritos de Tamarindo (nah, no se crean, me muero...); al final, la conclusión fue que mi migraña se debía al estrés provocado por mi meticulosa y aprensiva personalidad. El tratamiento incluyó solamente pastillas y solución contra náuseas, lo cual no hubiera sido tan jodido si no se hubiera combinado con mi segunda racha de gripe, que me hizo andar en los viajes de trabajo con una chamarra cuando estábamos a más de 30°C al mediodía y en calidad de bulto al lado de mi jefe y el jefe de mi jefe.

El 15 de octubre pasó lo que supuestamente tenía que pasar, mi novia (bueno, ex) terminó conmigo, porque ya se le quemaban los frijoles por cambiar de modelo. De ese día en adelante, solamente dos veces le lloré, como la nena depresiva que soy: la primera por coraje, la segunda por pendejo (al escribir su post), la tercera por... ah no, me equivoqué de canción. Normalmente, suelo asimilar las cosas en un periodo razonable, como cualquier persona normal. Pero entre tantas y tantas conversaciones que recuerdo con ella (así como me acuerdo de las conversaciones con mis familiares, con mis amigos, con la señora de la tiendita de la esquina, y con mi perro), solamente hay una frase que me sigue asombrando peculiarmente: "cuando murió tu amigo, lo único que sentí fue indiferencia". Quedará para el recuerdo.

En el plano laboral, durante todo el año, recibí el "ya merito te damos el ascenso", que me iba a hacer ganar el triple del pichicachero sueldo que estaba recibiendo, con lo que supuestamente podría pagarme mi maestría a gusto y ahora sí poder cambiar de coche. Y fue finalmente el 31 de octubre que en la empresa decidieron aprovechar la "crisis" y realizar el desquiciado recorte masivo a nivel nacional, que al menos en la agencia de distribución donde yo estaba dejó la nómina administrativa a un 40%, llevándome entre las patas. Me fui como todo un campeón, con todo y mi "promoción"... me promovieron mucho pero a la chingada.

Octubre y noviembre fueron los meses de libertinaje a más no poder; en un mes gasté más dinero en alcohol, fiesta y desmadre, de lo que había gastado en -yo creo- toda mi vida. Me puse ebrio 6 de 7 días a la semana, me atasqué de chocolates, tomé cerveza, whiskey, vodka, tequila, vinto tinto, rosado y blanco, ginebra, ron, comí carnes rojas en exceso y claro, jamás faltó un Jarritos de Tamarindo en mi refrigerador.

¿La migraña? Se fue para no volver, a finales de octubre. Todavía no sé si se la llevó mi ex-trabajo o mi ex-novia. A cualquiera de los dos: gracias mil.

Creo que me aguanté tantas veces una buena lloriqueada, de esas que nomás a mí, a Niurka y a Marimar nos salen igual de chidas, que durante los clásicos abrazos de fin de año (o año nuevo, como sea), mientras abrazaba a mi numerosa familia paterna, iba dejando hombros llenos de lágrimas y mocos... aproximadamente 15 minutos me duró el desahogo, que no significaba otra cosa más que un "chinnnnngasss a tu maaaadreeee piiiinche año 2008 de mieeeeerrrrdaaaa te vassss al caraaaajjjjoooo!!!!!!!!" que salió desde lo más profundo de mi cucharón, ante la inminente aceptación de mis padres, tíos y primos, que parecían leer mi mente y entenderme a la perfección.

Y señoras y señores, los seres humanos tenemos esa asombrosa capacidad de acreditarle la efimería a cualquier cosa, que en el momento en que usted lea este post, el mismo ya estará siendo obsoleto, por el simple hecho de que en el título dice "2008". Ahora bien, deséeme suerte, éxito, salud, dinero y amorrrsss, que yo a usted le desearé lo mismo, incluso si no le conozco, pues de eso están hechos los propósitos de año nuevo, simplemente de buenos deseos.

Desear no cuesta nada, lamentablemente sólo somos un títere más en la obra de un director con demasiada imaginación. Feliz 2009. ¿Feliz? Ya lo veremos... usted nada más vuelva pronto, y sígase chutando mis "resúmenes".