martes, 29 de agosto de 2006

No soy racista, pero...

Odio a los negros.

Ja, no es cierto. Digamos que... muchos negros me caen mal. Así como me caen mal muchos blancos, amarillos y verdes. En el caso de los nigga', no tolero ese sentimiento de afrosuperioridad ("ay, ay, somos más altos, más fuertes, más veloces, mejor proporcionados y la clavamos mejor" [estoy hablando de basketball] que ustedes, oh, inferiores mexicanos que confían en Eduardo Nájera para hacerlos campeones del mundo"). Bueno, a decir verdad, el basketball entra perfectamente en mi lista de las 987,654 cosas que en este mundo me valen madre, así que no creo que la frustración vaya por ahí. Pero, ¿por qué los niños consideran la negroplastia (cortarse los pies, insertar un par de testículos como rodillas para alargarse las piernas, pigmentarse la piel de un color más obscuro) como una opción? Bien, lo prometo, ya no dejaré que Southpark influya en mis posts... tanto. Pero hablar de MTV me ha llevado a pensar en que en el sistema de televisión satelital Sky (como si hubiera muchos, güey, acuérdate que DirecTV quebró hace dos años) tienen un canal de música exclusivamente dedicado a los negros, oh sí, maldita sea, veinticuatro horas, siete días a la semana, trescientos sesenta y cinco días del año para empaparse audiovisualmente de una cultura en la que la máxima aspiración de un hombre es ser un PIMP, y para una mujer lo es el ser una naughty bitch. Yeah, yo'! Los niños chiquitos sueñan con ser, algún día, un señor con muchos "bling, blings" colgados de su cuello, brazos, orejas, cintura y hasta en los dientes; abrigos de piel (porque las camisas basquetboleras o futbolamericaneras ya se las dejaron a los chicanos [asco de gente]), coches pintados de colores extravagantes y que parecen más Transformers que otra cosa; gorras de carpintero hacia un lado, y claro, mucho carisma para entonar lindas frases que incluyen al menos cada 5 palabras un "fuck", "bitch", "ass" o "motherfucker", o una combinación, que vendría siendo más o menos "i'm gonna fuck that bitch in the ass, you motherfucker!"... sí, qué buen ejemplo. Por su parte, las niñas son más sencillas, ellas tienen su modelo a seguir en esa voluptuosa bailarina que acompaña al padrote y se contonea al ritmo de su "yo', yo', yo'"... o sea, vendría siendo esa bitch que se van a fuck por el ass... mmm... motherfucker. Divis, divis.

-Pues si tanto te molesta ese canal, mi querido y bien ponderado Mister Cougar, ¿por qué chistorras no le cambias a otro?

Jajaja, tengo la respuesta para ti, oh, curioso y preguntón animalito de la creación. No obstante con tener el canal 703 para sus Jams, cuando me dirigo al 702, con segmentos diseñados especialmente para emorockeros y wannabes como yo, tengo que soportar que, en ese MI canal, ¡me invadan con uno de cada tres vídeos de negros! ¡Pfffff, pinche mundo!

-¿Y qué me dices de Denzel Washington y Morgan Freeman, estimado y guapérrimo Mr. Cougar?

A pesar de ser actores con talento, considero que aún existe (aunque lo nieguen) ese sentimiento por parte de muchas personas a decir "ay, pero míralo, es tan sólo un negro"... ¡¡¡pfffff!!!, pues ni que fuera un perrito como para decir "cuero miiiiiil ochomiiiiil chocomiiiiiiilk". A ver, ¿por qué siempre poner al clásico papel secundario del negro de la película que es super a todísima madre pero siempre se muere? Por alguna extraña razón, siempre se muere, y su muerte causa el mismo efecto que causaría la muerte de un perro: al principio chillas y después de media caja de palomitas ya se te olvidó. Se trata de seres humanos como todos, por lo que no se les debe admirar por el simple hecho de ser negros. Punto.

-¡Bueno, Mr. Cougar, pero tú no eres tan, tan, taaaaaaan blanquito que digamos, eh!

¡¡¡Ah, pinche conciencia mamona!!! Ya deja de estar chingando, ¿no?

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