A finales del mes de julio fui al cine a ver "Los 4 Fantásticos" con una amiga. Desde ese día no he vuelto a ir... ni siquiera para viborear gente, oh, recórcholis, me siento incompleto.
A principios de agosto, mis amigos fueron con las chicas de intercambio, pero yo no fui porque intentaba ingenuamente entra a la selección de fútbol de mi universidad y tenía que quedarme a los pesados entrenamientos físicos en las canchas de la escuela, lunes y miércoles de 9 a 11 de la noche, con la infalible compañía de mis amiguis las hormigas pica-muerde-y-córrele y los mosquitos yo-tengo-dengue-y-tú-no, para que después de tanta friega, me salgan con la babosada de que... ahhh... ya empecé a desvariar y a salirme del tema. Bueno, les contaba, que así pasaron algunas semanas, mientras mis colegas se deleitaban con grandes obras maestras de arte cineasta, como "Tierra De Muertos", y algunas similares.
Un jueves cualquiera, llego a mi casa después de haberme quedado baboseando en el centro de cómputo de la escuela durante una hora, y veo sobre la mesa del comedor un recado de mi mami que iluminó mi cara con una sonrisa sarcástica: "Hijo: fuimos al cine, tu papá, Thalía (sí, así se llama mi hermana, no pregunten...) y yo. Regresamos a las 10. PD - No te dejamos cena". =)
Un miércoles más adelante, tenía partido de fútbol; como de costumbre, mis camaradas en busca de diversión con compañía foránea, fueron al cine aprovechando el 2x1, y no pude ir. Minutos después de que se habían ido, me entero que no habría partido... ¬¬
Un sábado salgo con unos amigos, con la idea de ir al cine, pero a alguien se le ocurre que su sistema digestivo necesitaba algo para alimentar a sus amibas, tenias y demás animalejos lombricientos en su cavidad estomacal... así que fuimos a cenar una papa asada con ¡¡¡queso blanco molido!!! ¡¡¡puájjjjjjjjatelas!!! Adiós cine.
Oh, sí, y lo mejor fue el batazo del mes... qué Roger Clemen's iracundo ni qué Mark McGuire esteroidupefacto ni qué Sammy Sosa con bates rellenos de corcho... no, no, no... le digo a una chica que si quiere ir al cine conmigo... y cuando dejó de reír porque creía que era una broma, me dice que tiene que quedarse a una clase de baile que imparte este güey. "Pffff, al fin que ni quería... de todos modos odio el cine, te odio a ti, y a todos los contactos que están conectados en este momento en mi Messenger", pensé, pero no lo dije, and if you're lost you can look, and you will fiiiiiind me... time after time; and if you fall i will c--- ya volví a desvariar... mmm... voy a quitar la música mientras posteo...
¿Qué les decía? Ah, sí... una cosa es que no me muera por ir al cine tres veces a la semana, y que los cinéfilos me provoquen ese lastimoso sentimiento como de repulsión mezclado con miedo y pena ajena; o que deteste la idea de que sólo hay un cine en Tampico reconocido por la sociedad elitista; o que no me gusta el miércoles de 2x1 lleno de populachería estudiantil pubertera, o el "viernes social" (ahhh cada pendejada que se inventan...); o que no me atraiga el hecho de hacer fila para comprar un boleto o para entrar a la sala porque todos quieren ver la película que yo voy a ver cuando acaba de estrenarse; o que ignore no-tan-amablemente a la señorita que me dice que si no voy a comprarle un "mocafrapuchino" no puedo sentarme en esa sillita aunque todas las demás mesas estén desocupadas porque su café sabe a agua de calcetín (no es que haya tenido la oportunidad de degustar dicha bebida gourmet [me refiero al agua de calcetín]); o que me contenga para asesinar a zapes a aquellas personas que, una vez dentro de la sala, al terminar cada corto de próximos estrenos, dicen: "ala, se ve que va'star chida, ¿verdá?"; o que no quiera sacar mi bazooka y volarle la cabeza a los chamacos que avientan palomitas (en realidad nunca me ha pasado, pero hay que meterle dramatismo al asunto); o que no muera por brincarme hacia atrás para callarle la boca a calcetinazos al que dice: "mira, 'orita el malo le va a salir por atrás, vas a ver, güey"; o que simplemente quiera desaparecer de la faz de la Tierra a los que se ríen demasiado alto, a los que llevan a su bebé chillón; a los que aplauden cuando "ganan los buenos"; a los que gritan "¡cácaro!"; a la que dice "que asco"; al que dice "qué chido"; a los que cuentan la película; a los que leen los subtítulos en voz alta (¡métete al jarmonjol, bitch!); a la gorda que ocupa un lugar extra para poner sus dos combos de nachos, palomitas jumbo, hot dog, refresco gigante, helado, chocolate, y deja un asiento libre, y cuando se le pide que se mueva para poder sentarme al lado de mi novia (¡ja!, ¿cuál?), me ignora y le da una mordida a su chocolate; a la que le suena el celular y contesta a media función "noo güey, o sea, no estoy ocupada, o sea tipo que estoy en el cine nadamás"; al que sube los pies al respaldo de adelante como si estuviera en la comodidad de su casa y me da un trancazo*1, etcétera, etcétera e infinito de etcéteras... ¡Pero!... Otra cosa muy diferente es que de plano tenga meses sin ir y nadie tenga la decencia de invitar al cine a este pobre ermitaño y amargado antisocial... bueno, exageré, pero ¿cuándo no?
Entonces, ¿quién se apunta pa' llevarme al cine?*2
Gracias por su atención, vuelva pronto... yo, como muestra de mi frustración fílmica, me voy a atascar de una bolsa entera de palomitas con mucha salsa picante, mientas veo alguna película mexicana, tal vez "El Santo contra las momias de Guanajuato" (mi héroe, esos sí eran luchadores, no como el mariquetas de Latin Lover que "baila por un sueño"... ¡¡¡pfffffff!!!).
*Nota 1: lo que está en negritas se me acaba de ocurrir o me lo acaban de sugerir.
*Nota 2: si estás lejos de Tampico, incluye en tu invitación boleto redondo de avión.
Update: Shiaz... ya leí de nuevo el post... como que se me fueron las ganas de ir al cine.
A principios de agosto, mis amigos fueron con las chicas de intercambio, pero yo no fui porque intentaba ingenuamente entra a la selección de fútbol de mi universidad y tenía que quedarme a los pesados entrenamientos físicos en las canchas de la escuela, lunes y miércoles de 9 a 11 de la noche, con la infalible compañía de mis amiguis las hormigas pica-muerde-y-córrele y los mosquitos yo-tengo-dengue-y-tú-no, para que después de tanta friega, me salgan con la babosada de que... ahhh... ya empecé a desvariar y a salirme del tema. Bueno, les contaba, que así pasaron algunas semanas, mientras mis colegas se deleitaban con grandes obras maestras de arte cineasta, como "Tierra De Muertos", y algunas similares.
Un jueves cualquiera, llego a mi casa después de haberme quedado baboseando en el centro de cómputo de la escuela durante una hora, y veo sobre la mesa del comedor un recado de mi mami que iluminó mi cara con una sonrisa sarcástica: "Hijo: fuimos al cine, tu papá, Thalía (sí, así se llama mi hermana, no pregunten...) y yo. Regresamos a las 10. PD - No te dejamos cena". =)
Un miércoles más adelante, tenía partido de fútbol; como de costumbre, mis camaradas en busca de diversión con compañía foránea, fueron al cine aprovechando el 2x1, y no pude ir. Minutos después de que se habían ido, me entero que no habría partido... ¬¬
Un sábado salgo con unos amigos, con la idea de ir al cine, pero a alguien se le ocurre que su sistema digestivo necesitaba algo para alimentar a sus amibas, tenias y demás animalejos lombricientos en su cavidad estomacal... así que fuimos a cenar una papa asada con ¡¡¡queso blanco molido!!! ¡¡¡puájjjjjjjjatelas!!! Adiós cine.
Oh, sí, y lo mejor fue el batazo del mes... qué Roger Clemen's iracundo ni qué Mark McGuire esteroidupefacto ni qué Sammy Sosa con bates rellenos de corcho... no, no, no... le digo a una chica que si quiere ir al cine conmigo... y cuando dejó de reír porque creía que era una broma, me dice que tiene que quedarse a una clase de baile que imparte este güey. "Pffff, al fin que ni quería... de todos modos odio el cine, te odio a ti, y a todos los contactos que están conectados en este momento en mi Messenger", pensé, pero no lo dije, and if you're lost you can look, and you will fiiiiiind me... time after time; and if you fall i will c--- ya volví a desvariar... mmm... voy a quitar la música mientras posteo...
¿Qué les decía? Ah, sí... una cosa es que no me muera por ir al cine tres veces a la semana, y que los cinéfilos me provoquen ese lastimoso sentimiento como de repulsión mezclado con miedo y pena ajena; o que deteste la idea de que sólo hay un cine en Tampico reconocido por la sociedad elitista; o que no me gusta el miércoles de 2x1 lleno de populachería estudiantil pubertera, o el "viernes social" (ahhh cada pendejada que se inventan...); o que no me atraiga el hecho de hacer fila para comprar un boleto o para entrar a la sala porque todos quieren ver la película que yo voy a ver cuando acaba de estrenarse; o que ignore no-tan-amablemente a la señorita que me dice que si no voy a comprarle un "mocafrapuchino" no puedo sentarme en esa sillita aunque todas las demás mesas estén desocupadas porque su café sabe a agua de calcetín (no es que haya tenido la oportunidad de degustar dicha bebida gourmet [me refiero al agua de calcetín]); o que me contenga para asesinar a zapes a aquellas personas que, una vez dentro de la sala, al terminar cada corto de próximos estrenos, dicen: "ala, se ve que va'star chida, ¿verdá?"; o que no quiera sacar mi bazooka y volarle la cabeza a los chamacos que avientan palomitas (en realidad nunca me ha pasado, pero hay que meterle dramatismo al asunto); o que no muera por brincarme hacia atrás para callarle la boca a calcetinazos al que dice: "mira, 'orita el malo le va a salir por atrás, vas a ver, güey"; o que simplemente quiera desaparecer de la faz de la Tierra a los que se ríen demasiado alto, a los que llevan a su bebé chillón; a los que aplauden cuando "ganan los buenos"; a los que gritan "¡cácaro!"; a la que dice "que asco"; al que dice "qué chido"; a los que cuentan la película; a los que leen los subtítulos en voz alta (¡métete al jarmonjol, bitch!); a la gorda que ocupa un lugar extra para poner sus dos combos de nachos, palomitas jumbo, hot dog, refresco gigante, helado, chocolate, y deja un asiento libre, y cuando se le pide que se mueva para poder sentarme al lado de mi novia (¡ja!, ¿cuál?), me ignora y le da una mordida a su chocolate; a la que le suena el celular y contesta a media función "noo güey, o sea, no estoy ocupada, o sea tipo que estoy en el cine nadamás"; al que sube los pies al respaldo de adelante como si estuviera en la comodidad de su casa y me da un trancazo*1, etcétera, etcétera e infinito de etcéteras... ¡Pero!... Otra cosa muy diferente es que de plano tenga meses sin ir y nadie tenga la decencia de invitar al cine a este pobre ermitaño y amargado antisocial... bueno, exageré, pero ¿cuándo no?
Entonces, ¿quién se apunta pa' llevarme al cine?*2
Gracias por su atención, vuelva pronto... yo, como muestra de mi frustración fílmica, me voy a atascar de una bolsa entera de palomitas con mucha salsa picante, mientas veo alguna película mexicana, tal vez "El Santo contra las momias de Guanajuato" (mi héroe, esos sí eran luchadores, no como el mariquetas de Latin Lover que "baila por un sueño"... ¡¡¡pfffffff!!!).
*Nota 1: lo que está en negritas se me acaba de ocurrir o me lo acaban de sugerir.
*Nota 2: si estás lejos de Tampico, incluye en tu invitación boleto redondo de avión.
Update: Shiaz... ya leí de nuevo el post... como que se me fueron las ganas de ir al cine.
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