jueves, 28 de diciembre de 2006

Mi recompensa

Dicen que para el que lucha incansablemente por sus sueños, al final las cosas terminan dándosele de una mejor manera que la que esperaba en un principio; la única clave es el esfuerzo y empeño que se ponga en la consecución de los objetivos trazados.

Por ahí del quinto semestre de la carrera, me quise ir de intercambio a Europa, pero gracias a la coordinadora de intercambio asesina (ver capítulos en Archivo 2005), me desmoralicé y nunca inicié los trámites. En séptimo quise iniciar los trámites para realizar mis prácticas profesionales en Europa también, y estuve intentando desde julio hasta septiembre de 2005 conseguir una cita con la susodicha antes mencionada, quien cuando finalmente pudo atenderme fue para decirme "ya pasó la fecha de registro". Zorra. En fin, este semestre quise intentar de nuevo, pero mi desidia y las innumerables cosas que tenía que hacer para titularme (servicio social, tesis, trabajos y exámenes), además de otras actividades que yo mismo me busqué, como un trabajo y la organización de un concurso de publicidad, me hicieron relegar para el final los trámites del entrenamiento internacional. En pocas palabras, también valió madres.

Hoy me enorgullezco de anunciar en este, mi "Espacio en bl... digo, "Chiste local", que gracias a haberme quedado en Tampico aguantando el "lárgate de aquí, no encontrarás trabajo de Mercadotecnia", conseguí una oportunidad inmejorable de estabilidad económica que -cabe aclarar- no tiene nada que ver con narcotráfico. Ustedes no están para saberlo, ni yo para contarlo, pero la cifra del contrato donde se requieren mis servicios, tiene 4 ceros a la derecha de un número primo de dos dígitos (mensual). Y comienzo el 2 de enero... ¡yupi!

Oh, sí. Uno cosecha lo que siembra. Gracias y vuelva pronto.

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