domingo, 30 de abril de 2006

Free at last

El sábado 29 de abril a las 13:05 horas terminé mis prácticas profesionales, es decir, mi intento de trabajo obligado y sin remuneración económica en el que me ponían a recortar periódicos, muchos periódicos; tomar fotos de espectaculares y otros diseños de la empresa; archivar notas de remisión, y sacar copias, muchas copias. En realidad había cumplido el requisito de 320 horas desde el martes 25, pero como yo soy bien buena onda, super trabajador, cumplidor, responsable y me produce excitación recortar periódicos, seguía yendo. ¬¬

La verdad es que aún no me entregaban mi carta de liberación (se escucha como salir de prisión), por lo que seguía asistiendo para ver cuándo me la daban... y seguía recortando periódicos, muchos periódicos, como el buen "Analista de información en medios impresos" que era (¿apoco no sonaba chido?).

Y fue así, a las 12:30, que recibí mi carta, y me dirigí rumbo a la salida, como gladiador triunfante, con la frente en alto, a paso semiveloz, leyendo el escrito donde, a huevo, ¡¡¡Escribieron mal mi nombre!!! Y ahí voy con la de Recursos Humanos para que corrigiera mi carta; obvio, ella no estaba disponible, se encontraba en una junta, así que aproveché proactivamente mi tiempo, en cosas indispensables para mi supervivencia, como leer el periódico del sábado, ver álbumes de fotos del ayuntamiento de Tampico, ir al baño, caminar por pasillos, subir escaleras, bajar escaleras, platicar con la recepcionista, sentarme a ver el sol por el tragaluz de la entrada, realizarme un manicure con los dientes, hasta que la de RH salió de la junta. Y ahora sí, con mi hoja corregida, y después de despedirme de casi todos los empleados de la bonita agencia publicitaria, que me respondían con cara de "ahh... órale... adiós...", crucé esa puerta y no pude evitar el "wooohooooo!!!". Llegué a mi casa, y pusimos en marcha la segunda Pool Party 2006, titulada "Yo voy a llevar 20 chavas".


Note usted la cara de pervertido del individuo en segundo plano.

martes, 25 de abril de 2006

En la playa

Vacaciones. Es la tercera vez que voy a la playa en menos de una semana, con la diferencia de que esta vez es en plan familiar, y algo lejos de donde posiblemente estarán algunos conocidos de la escuela emborrachándose y viendo chicas en bikini… sufridos. Me doy cuenta que hay una familia tratando de armar un toldo como desde hace media hora. Había olvidado lo mucho que me indigestan las multitudes... o la gente, aunque no esté en multitud. Particularmente, me refiero a los niños que van corriendo y levantan arena que cae a mis ojos; el que pasa a mi lado y me golpea con una silla, sin intenciones de disculparse; la señora borracha que se tira al suelo y hace su escándalo; el que se sienta sobre la hielera de unicel y la rompe; el que reproduce la coreografía exacta de la canción de moda; el bebé que llora por cualquier cosa; la mamá que se desespera y le pega porque llora… y él que vuelve a llorar, porque su mami le pegó; el que se pone la gorra de lado y se siente fashion; la que se ríe como cacatúa; los nacos que… simplemente los nacos; las niñas fresas en desarrollo (físico y mental, el primero con mayores esperanzas que el segundo); el que me quiere vender una camisa, unos lentes, una pulsera, un collar, un caracol de recuerdo, un pareo, un tatuaje, mi nombre en un grano de arroz, una pluma, una torta, un raspado, un elote, un helado, unos chicharrones, jaibas, empanadas, jugos, agua, refresco, papas, pelotas, sombrillas, salvavidas... ¿un cuadro de la última cena en $450 pesos? Mejor me compro el Código Da Vinci… mmm… jajaja, mejor no. Mi vista se distrae de nuevo: una gorda que porta orgullosamente su bikini y muestra al mundo la panza que Dios no le dio pero ella construyó a base de un desorden alimenticio evidente y un metabolismo ineficiente; ahora un homosexual en tanga; no voy al baño porque me cobran, así como en el estacionamiento, al que el poli me dejó entrar después de que no me dejaba hablar para explicarle que sí iba a pagar; “el mayor tesoro de México somos los mexicanos”¡Ja! Gracias a esos “tesoros”, los baños están asquerosamente sucios… y también lo que no era baño, pero la gente ya lo convirtió en eso… Se me nubla la mirada después de ver al borracho que trae su propio ambiente y se divierte solo; ignoro al que me pide dinero; al que me pregunta si tengo latas para reciclar; me acerco al mar y me quedo mirando a los que me salpican agua y arena, a la morenaza de fuego que se pone medio kilogramo de bloqueador solar… no se vaya a blanquear; el que tira basura en la playa… y el que se enoja cuando le digo “se te cayó algo”… el que pasa a gran velocidad en su cuatrimoto por donde están los niños haciendo figuras de arena, llevándose reclamos de la multitud. No le interesa; a mí tampoco me interesa. No me interesa establecer algún vínculo con las miles de personas que hay en la playa… no me interesa estar ahí si no es contigo… no me interesa que haya tanta gente, cuando yo soy tan intolerante. Bueno… creo que les voy a ayudar a aquellos con su toldo… todavía no terminan de armarlo...

sábado, 22 de abril de 2006

Politicaca

Disculpen, tartamudeé al final.

Echen a volar su imaginación y piensen en el hipotético caso de que Mr. Cougar, su no-tan-servidor, formara un partido político. Sí, ya sé, que con estos renglones acabo de perder la mitad de los lectores que habían comenzado este post. Hey, aguanta, no te vayas. Va de nuevo, ¿ya imaginaste? No tengo la menor idea de qué nombre le pondría, cuáles serían las siglas o cuál sería el logotipo. Lo que sí sé es que, de seguir las cosas como están, necesitaría realmente muy pocas personas leales que firmaran el acta constitutiva, y recibiría mucho dinero que podría usar para construir una plataforma partidista inmensa a lo largo y ancho del territorio nacional que me permita crear mi propio imperio basado en una dirección gerencial de pirámide en la que yo soy el mero mero y tengo unos diez alcahuetes, que a su vez tienen otros diez a su disposición, que a su vez pueden convencer a más y más gente de que si van a escuchar mi discurso les van a regalar una torta de queso y un Jarritos de Tamarindo... pero como eso me viene valiendo madres, tal vez utilice el 10% de lo que el IFE me dé del presupuesto electoral (que viene de los impuestos que tú y/o tus papás pagan) para imprimir unos cuantos pendones con mi cara de galanazo, que digan "Vota por Romeo", y el 90% restante lo utilice para comprarme unos cuantos condominios en los mejores destinos turísticos del mundo, y administrar con suspicaz inteligencia mi nuevo negocio, o sea, el partido. Incluso, tomando en cuenta que bien podría ser confundido en la calle con un modelo de Abercrombie & Fitch, no descarto la posibilidad de que algunas ingenuas muchachitas en edad de merecer (como las hijas de Roberto Campa Cifrián) voten por mí, y de pura chiripa, gane una diputación plurinominal. Luego me aliaría con algún partido grande, conseguiría algunas senadurías (o cenadurías, para formar alianzas estratégicas con tamaleras que abastezcan mis mítines), y de ahí, al estrellato. Bueno, exageré. El caso es que ya perdí el sentido de este post.

Y como ya no sé como terminarlo, mejor hago un sondeo.

Si Mr. Cougar formara un partido político, ¿usted votaría por él?

viernes, 21 de abril de 2006

Ligador

Situaciones donde Mr. Cougar es malo pa' ligar:

1) En el antro, mientras tocan una rola de Rebelde... o la que sea.
2) En la playa, mientras me quito la camisa y muestro mi cuerpo atlacuachado (de tlacuache) = flaco, panzón y peludo.
3) En la calle, como Ben Affleck en el comercial de Axe.
4) En el salón de clases.
5) En una fiesta, cuando se me acaba el tema de conversación "cómotellamas-quéedadtienes-dóndeestudias".
6) En Guadalajara... nomás con jotos.
7) En la Iglesia (¿?).
8) En la carnicería... aunque ahora que lo pienso, sería extraño que tratara de ligarme al carnicero.
9) En la oficina... y es que de plano no hay calidad.
10) En el cine.
11) En el pasillo de la escuela, porque no me lo imagino como una pasarela (como mucha gente...)
12) Por teléfono, el balbuceo no me ayuda.

Situaciones donde Mr. Cougar es bueno pa' ligar:
















FIN.

martes, 11 de abril de 2006

Si usted puede leer esto, está invitado

¡¡¡¡Vacaciones!!! Lo cual significa:



Y ya sé que la del bikini blanco tiene estrías; así que si tú tienes algo mejor que enseñar, ¡anímate, amiguita; te estaremos esperando!

Y para que las chicas no digan "es que esa invitación era dedicada sólo a hombres":



(Es aquí cuando todas dicen: "¡¡¡cueeeeerooooo!!!")

¡No faltes! ¡Habrá sorpresas y regalos!

viernes, 7 de abril de 2006

Sueños

No sé qué imagen aparezca cuando escribas la palabra "sueños" en Google; y sí me interesa, pero estoy ocupado escribiendo este post, y tú leyéndolo, así que no desvíes tu atención. En lo personal, no suelo soñar mucho (dormido, porque despierto soy 90% babeante y 10% pensante), y en el caso de que soñara mucho o a gran detalle, casi nunca recuerdo mis sueños, o me sucede que recuerdo el sueño en la parte antes de despertar, así como los últimos 15 minutos (en tiempo real) del mismo, pero pasando otros 15 minutos ya se me olvidó... y luego mi mamá me dice: "no me lo digas, porque si lo cuentas en ayunas es de mala suerte"; es tan bueno y milagrosamente cierto que sólo tienes unos cuantos segundos para utilizarlo en lo que desees, o bien, para compartirlo con alguien más, pues si no lo haces, se extinguirá y no habrá vuelta atrás; por eso le llamo "el efecto cerillo". Otros le llaman simplemente "memoria jodida".

Por otra parte, hay quien tiene viajes astrales, que es un rollo más espiritual, y yo para esas cosas estoy medio güey... también existen los que tienen viejas estriales, pero ese también es ooootro rollo más grueso... o simplemente hay quien tiene sueños tontos, pero aún así, no los olvidan.

Un día cualquiera: "Güey, ayer soñé que me entregaban mi coche después de arreglarle el golpe que le di, pero acá con cola de pato, y pintado con color tornasol, y con un motor bien chido, V41 y rines de 41 pulgadas y nononono no sabes, super hiper fregón que me lo dejaban".

El de los "sueños aspiracionales", le decimos.

Otro día cualquiera: "¡¡¡Nooooo'mbre ca'on!!! ¡Ayer soñé con Bárbara Mori!"

Bueno, ese es otro tipo de sueños que no pienso abordar en este tema.

En mi caso (volviendo), sueño mucho -como ya decía- estando despierto. Tengo cuatrocientos planes de lo que quiero hacer, lo que me gustaría ser, de lo que me creo capaz, de lo que planeo escribir, de cómo quiero que me vean en un futuro, cómo quiero ser recordado, con quién quiero pasar mi vida, qué quiero ver, a dónde quiero viajar, a quién quiero conocer, y cuántos Jarritos de Tamarindo me quiero tomar... pero siempre termino tirando todo a la basura cuando llega la realidad. He ahí la pregunta: ¿Prefieres la sensación de un sueño satisfactorio, que sabes algún día deberá terminar o la sensación de saber que esa pesadilla que vives algún día pasará? Yo ya no quiero sueños, quiero mi realidad.

martes, 4 de abril de 2006

Hoy tengo que ir a la PROFECO

El problema es que no encuentro el oficio donde se señala que la parte acusada tiene que pagarme $1500 pesos, y estoy demasiado encabronado por una humillación homosexual, como para buscar dicho oficio tranquilamente. La verdad es que también pasé alrededor de dos horas buscando dicho papelito que es mi pase a la recepción de la cantidad antes mencionada. Obviamente, no tuve suerte; es decir, no encontré tres insignificantes hojitas de papel tamaño carta porque a alguien le estorbaron y me las movió de lugar; sin embargo, en mi búsqueda me topé con lo siguiente:
  • Ofertas de Walmart de 2005.
  • Un reporte de ventas de julio de 2005, propiedad de la empresa donde trabaja mi papá.
  • Un catálogo navideño.
  • Un curso de personalidad e imagen, apoyado por "cómo usar el celular".
  • Periódico, mucho periódico viejo (como en mi trabajo).
  • Bolsas de Liverpool dobladas en triangulitos. O sea.
  • Fundas de celular, inservibles.
  • Una tarjeta de presentación del dueño de unas tortas, con el slogan: "no coma cuentos, coma dream tortas del Zurdo". Puro Marketing.
  • Estados de cuenta de Liverpool. Y de Banamex. Y de American Express. Y de Bancomer. Y de TELMEX, CFE y COMAPA.
  • Una póliza de garantía de un teléfono celular de la marca que está siempre connecting people. (Y creo que ya nadie en mi casa tiene uno de esos)
  • Una boleta de calificaciones de mi hermana cuando estaba en secundaria (hace cuatro años).
  • Un papelito que dice: "Mamá, fui al cine". Tomemos en cuenta que la última vez que fui al cine vi la última película de Jim Carrey.
  • Un plumero (¿?)
  • "El Presente", la secuela fallida del libro "¿Quién se ha llevado mi queso?", de Spencer Johnson. Pobrecito, segundas partes nunca fueron buenas (¿la primera lo fue?).
  • Cinco bolígrafos sin tinta. O con tinta seca, que es lo mismo.
  • Un manual del usuario de Westinghouse. ¿Alguien puede decirme qué fabrica la marca Westinghouse?
  • Una lista para supermercado de la carne que debí haber comprado hace más de tres meses.
  • Una tarjeta de presentación de una empresa de impermeabilizantes.
  • Fichas para jugar Poker.
  • "El emplumado". Revista de caballos, gallos y mundo rural. (Ay, qué ad-hoc).
  • Un sobre de Bital (¿hace cuánto que se llama HSBC?).
  • Unas hojas con el Acuerdo Número 357 de la Ley Federal de Educación, por la Secretaría de Educación Pública, por el que se establecen los requisitos y procedimientos relacionados con la autoridad para impartir educación preescolar. (¡¡¡¿¿¿???!!!)
  • Un chicle. Sin comentarios.
Próximamente: Venta de garage. Échenme la mano, tengo que juntar $1500.