El Peruzzi

Me vería muy mamila si les dijera que su verdadero nombre es Emmanuel.

De apodo "Peruzzi", este cuate de unos 20 años, mide como 1.6 m de estatura, y creo que también de cintura, ji ji ji, en fin, debido a esto, se ha ganado otros apodos como "La Botarga", "La Piñata", "El Balón", y muchos que se me olvidaron pero que siguen la misma tendencia de resaltar sus atributos como la excedente masa muscular y grasa acumulada en su barriga... la cual es rara, pues está dura, digo, no es que me haya detenido a tocarla con mis propias manos un día, pero no es la clásica panza chelera que otros de mis compañeros de carrera presumen con tanto orgullo.

El apodo de "Peruzzi" salió de aquel comercial de Coca Cola en donde salían unos niños jugando baseball, y cuando hacían los equipos, había uno a quien nadie escogía, que se llamaba así, y era gordito, y mensito, y le decía al coach: "señooor, ¿porqué nadie me escogeee?"... y un día, él le regalaba su Coca Cola al típico chingoncito que siempre escoge los equipos, y le dice "¡Peruzzi, vas a la cancha!" (sí, nomás porque le dio de su Coca...), entonces el apodo se le quedó... y si lo ves jugar, aún puedes escuchar a alguien en las gradas gritándole al Peruzzi: "señooor, ¿porqué nadie me escogeee?"...

El Peruzzi estudia la misma carrera que yo: Mercadotecnia, pero uno o dos semestres atrás. Una vez llevó una materia conmigo: Aspectos Financieros en Mercadotecnia... que no era otra cosa que Contabilidad, asquerosa Contabilidad. Pues sí; el Peruzzi fue como a la mitad de las clases y a la mitad de esa mitad se llevaba la misma camiseta de los Pumas... y a la mitad de la mitad de esa mitad, puso atención a lo que el maestro explicaba. En el primer examen sacó 0/100, en el segundo sacó como 30/100, y el tercero creo que ni lo presentó porque excedió el límite de faltas. Al examen final llegó bien fresco, contestó, fue el primero que terminó (porque no hizo ni la mitad)... y al semestre próximo me dijo: "no sé ni cómo ni porqué, pero el maestro de Aspectos me puso 8"... "¡¡¡¿¿¿Qué???!!!", le contesté anonadado... ¡¡¡yo me partí la joroba todo el semestre para tener 9!!! Pues sí... así es el Peruzzi.

El Peruzzi está en la selección de fútbol... ¿pueden creerlo? Claro... ve todos los partidos desde la banca, igual que yo, pero, aún así... ¿pueden creerlo? En fin... ya que regresamos al tema de fútbol, ¿se acuerdan de cuando me expulsaron de un partido? A que no adivinan a quién le metí la supuesta falta... ¡exacto! la encuesta dice... ¡al Peruzzi! El güey, que ya me había metido una falta que no marcaron, dio un salto mortal, cayó al suelo como costalazo, y se retorció al ritmo de sus gritos de dolor... segundos después se paró y caminó como si no le hubiera pasado nada (¡ah! ¡es que no le pegué!)... luego vino mi embestida en su hombro, de puro coraje, misma que él ignoró... y cuando terminó el partido, fue y me abrazó pidiéndome que me calmara... ahhhhh, condenado... él siempre tan buena onda con la banda y yo que lo balconeo en mi blog.

Es que el Peruzzi... tiene un no sé qué, que qué sé yo... el Peruzzi aguanta toda la carrilla que le puedan tirar... Hace como un año, en tiempo de elecciones de la mesa directiva de la carrera de Marketing, un amigo pertenecía a una planilla... la cual perdió, y semanas después la planilla ganadora le pidió que trabajara con ellos. El Peruzzi se agarró como loco a decirle "¡traidor! ¡traidor! ¡traidor!"... minutos después, mi amigo se le puso "al brinco" al pobre Peruzzi, que no paraba de decir, entre asombrado y amedrentado "no, güey, es broma, perdón, perdón..." Ahhhhh, qué Peruzzi tan bromista...

Porque las bromas casi siempre van para él... y el Peruzzi, como todo un titán, aguanta carrilla. En los entrenamientos, cuando se va lejos el balón y nadie quiere ir por él, no falta el que grite: "no hay pedo, agarramos de balón al Peruzzi"... o: "hey, Peruzzi, el profe dijo que 5 vueltas al campo corriendo, no rodando"... o cuando llega al partido: "¡ehhh, ya tenemos botarga!"... o en el pasillo: "¡sáquenle los dulces a la piñata!"... mmm... bueno, en verdad esta última se me acaba de ocurrir... ¿apoco no se la rifaría?

La más reciente fue la semana pasada. Estábamos en el lobby de la biblioteca de la escuela, y el Peruzzi se dirige hacia afuera... y al pasar por el detector de código de barras en la salida: "tin tin tin tin tin" o algo así... volteamos, y era ¡¡¡el Peruzzi!!!, y le grita un cuate: "¡ehhh, Peruzzi, no te robes el libro!"... y le grita el Rulo: "¡¡¡ehhh, revísele ahí abajo de la camisa, se ve que trae un bulto!!!"... y se escucha a otro mono decir: "¡es la panza!"... y no paramos de reír como en media hora... y me fue mal en el examen, pero bueno, dije: "ya tengo tema pa' mi blog"...

El Peruzzi le va a los Pumas... igual que yo... ¡ahhhhh qué Peruzzi, por eso me cae bien el condenado! Aunque ya le dediqué este post que, si una de sus mejores amigas llega a leer, me hará quedar mal ante ella, a quien tanto trabajo me cuesta hablarle para invitarla a salir... ahhhhh, qué cosas...

¡¿Qué?! ¡¿Ya empecé a divagar otra vez?! ¡¡¡Mmmmmmta!!! ¡¿Porqué no avisan?!