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Pero como es MI blog, aquí va la tercera parte de "La Coordinadora de Intercambio Asesina".
Nota: es requisito indispensable haber leído antes la primera y segunda parte de esta historia aclamada por la Academia de Drama Albiespacial, y que sin duda, te llevará al borde de las lágrimas.
Después de haber cancelado la cita que ya estaba pactada, provocando así otra crisis emocional al joven universitario por perderse de nuevo la oportunidad de ese mágico encuentro con la bella, de cuerpo y alma, coordinadora de intercambio académico, pasaron semanas de llanto inconsolable por parte del muchacho; hasta que, una mañana, se repuso de su depresión y volvió a escribirle a la coordinadora, quien, asombrada por la insistencia del joven, finalmente le otorgó la cita.
Una mañana de viernes cualquiera, digamos... 22 de abril, el señorito asistió puntual a su cita. Tuvo que esperar casi 20 minutos para que llegara la coordinadora de intercambio, pero esto poco le importó una vez que la vio llegar, pues sabía que finalmente había logrado su cometido: una cita con la susodicha.
La charla comenzó, el joven se sentía emocionado al saber que cumplía con muchos de los requisitos que el proceso de intercambio académico a Europa solicitaba, cuando sucedió: ella comenzó a desalentarlo... a decirle: "lo más seguro es que no te revaliden ninguna materia [...] perderás un semestre o dos de tu carrera". Hablaron del aspecto económico: "uy, pues la vida en Europa es cara, eso tienes que saberlo... y no vivirás con gran lujo... no saldrás a antros como lo haces acá en México" (como si fuera a morir de no hacerlo). Y después del tiempo: "tenemos el tiempo encima... tienes que presentar el examen de inglés (TOEFL) y acreditarlo con xxx puntos... déjame checar las fechas... mmm... ¡uy! tu última oportunidad de hacer el examen es el próximo lunes (25 de abril), o sea, dentro de tres días... lo que significa que tienes que decidirte... ¡ya! ¿cómo ves?"
El joven estaba pasmado... tenía que comenzar a hacer trámites de papeleo y decidirse en ese momento, sin siquiera consultarlo con sus padres, con su bolsillo, vaya, ni con la siempre sabia almohada. Fue ahí cuando supo que era otra trampa de la coordinadora de intercambio asesina... asesina, porque mató sus esperanzas en sólo 20 minutos.
"Es que si hubieras venido antes...", fueron las no-tan-inteligentes palabras de la señorita.
El texto del octavo e-mail vino a la mente del chico, pero se contuvo. Después de todo, pensó lo de siempre: "al fin que ni quería...", y se retiró de la oficina de intercambio, cabizbajo, con otro sueño pisoteado, pero sobre todo, con sed de venganza...
Nota: es requisito indispensable haber leído antes la primera y segunda parte de esta historia aclamada por la Academia de Drama Albiespacial, y que sin duda, te llevará al borde de las lágrimas.
Después de haber cancelado la cita que ya estaba pactada, provocando así otra crisis emocional al joven universitario por perderse de nuevo la oportunidad de ese mágico encuentro con la bella, de cuerpo y alma, coordinadora de intercambio académico, pasaron semanas de llanto inconsolable por parte del muchacho; hasta que, una mañana, se repuso de su depresión y volvió a escribirle a la coordinadora, quien, asombrada por la insistencia del joven, finalmente le otorgó la cita.
Una mañana de viernes cualquiera, digamos... 22 de abril, el señorito asistió puntual a su cita. Tuvo que esperar casi 20 minutos para que llegara la coordinadora de intercambio, pero esto poco le importó una vez que la vio llegar, pues sabía que finalmente había logrado su cometido: una cita con la susodicha.
La charla comenzó, el joven se sentía emocionado al saber que cumplía con muchos de los requisitos que el proceso de intercambio académico a Europa solicitaba, cuando sucedió: ella comenzó a desalentarlo... a decirle: "lo más seguro es que no te revaliden ninguna materia [...] perderás un semestre o dos de tu carrera". Hablaron del aspecto económico: "uy, pues la vida en Europa es cara, eso tienes que saberlo... y no vivirás con gran lujo... no saldrás a antros como lo haces acá en México" (como si fuera a morir de no hacerlo). Y después del tiempo: "tenemos el tiempo encima... tienes que presentar el examen de inglés (TOEFL) y acreditarlo con xxx puntos... déjame checar las fechas... mmm... ¡uy! tu última oportunidad de hacer el examen es el próximo lunes (25 de abril), o sea, dentro de tres días... lo que significa que tienes que decidirte... ¡ya! ¿cómo ves?"
El joven estaba pasmado... tenía que comenzar a hacer trámites de papeleo y decidirse en ese momento, sin siquiera consultarlo con sus padres, con su bolsillo, vaya, ni con la siempre sabia almohada. Fue ahí cuando supo que era otra trampa de la coordinadora de intercambio asesina... asesina, porque mató sus esperanzas en sólo 20 minutos.
"Es que si hubieras venido antes...", fueron las no-tan-inteligentes palabras de la señorita.
El texto del octavo e-mail vino a la mente del chico, pero se contuvo. Después de todo, pensó lo de siempre: "al fin que ni quería...", y se retiró de la oficina de intercambio, cabizbajo, con otro sueño pisoteado, pero sobre todo, con sed de venganza...
Continuará...
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