Érase que se era una linda y nublada mañana de miércoles de plaza, a bordo de un autobús con cuarenta niños hiperactivos y con déficit de atención...
NiñoDeOchoAños: A mi papá se le cayó un diente...
Mr.Cougar: zzzzzzzzzzzzzzzzz............
NiñoDeOchoAños: ¡¡¡Maestro!!!
Mr.Cougar: ¿Eh?
NiñoDeOchoAños: A mi papá se le cayó un diente.
Mr.Cougar: ¡Oh! ¿Cómo?
NiñoDeOchoAños: Bueno, es que dice que hace mucho se le rompió el diente y le pusieron una como plaquita alrededor, entonces ayer se le cayó eso y nada más le quedó como un diente delgadititito en medio. Se veía horrible.
Mr.Cougar: Uh...
NiñoDeOchoAños: Pero el ratón no le va a traer dinero.
Mr.Cougar: Ah... ¿por qué?
NiñoDeOchoAños: ¡Aaayyyyy, pues porque el ratón no le trae dinero a los que tienen más de doce años! (interesante...)
Mr.Cougar: Ih... ¿entonces a mí ya no me trae dinero?
NiñoDeOchoAños: ¿Cuántos años tienes?
Mr.Cougar: Veintiuno.
NiñoDeOchoAños: No. Aparte, a ti ya no se te caen los dientes. (Chamaco listo)
Mr.Cougar: Ah... pues sí...
NiñoDeOchoAños: Pero si le dejas cincuenta centavos al ratón abajo de la almohada, te trae un diente. (¡¡¿¿¿eh???!!)
Mr.Cougar: ¿Por qué?
NiñoDeOchoAños: Pues porque ellos hacen eso. Les dejas dientes y te dan dinero, les dejas dinero y te dan dientes. (Postulado acerca del uso del trueque como forma de comercio y renovación de las materias primas, mercancías y correcta administración de los recursos monetarios en el siglo veintiuno)
Mr.Cougar: Oh... ¿y tú cómo sabes?
NiñoDeOchoAños: YO SÉ. *la cara en alto*
No hay comentarios.:
Publicar un comentario