Querido Blog:
Discúlpame por no haber escrito durante casi una semana, pero he tenido unos días muy ajetreados. Verás: los ensayos para el concierto en la escuela terminan muy tarde y deberás comprender que yo necesito dormir; además, me tocaron dos partidos con la selección de fútbol entre semana y obviamente no podía faltar (aunque en ambos ocupé la misma posición: la banca [lo que me recuerda el sabio comentario de uno de mis compañeros de posición: "La banca es el lugar más chido, güey, ves todo el partido y te pagan"... silencio de 10 segundos... "No seas imbécil, a nosotros ni nos pagan"...]).
El sábado a las 8 P.M. fue la primera función de nuestro festival de canto, claro que había que llegar a las 5 para el ensayo general, pero tu servidor se fue a jugar fútbol con su equipo del torneo interno ("Los Increíbles" ¬¬) y llegó al ensayo a las 6 y arrastrando las piernas literalmente. El festival terminó como a las 11, y no conforme con lo molido que tenía el cuerpo, se fue al antro a "festejar" con sus amigos, tomó algo de alcohol (error #1) y bailó hasta las 3 A.M. (error #2), de lo cual se enteró el director del grupo de canto, razón por la que regañó a más de 3/4 partes del mismo (síntomas: voces aguardentosas, cabezas a punto de explotar, bocas secas, ojos irritados, filas en los baños...).
En fin, el domingo que fue el "día de la familia", fui a desayunar con mis papás (como mi hermana está de viaje, yo soy el consentido), luego a mensear un rato, después a comer y más tarde al cine a ver "Mar Adentro" ("lo tiene todo, me hizo reír, me hizo llorar [...]" ejem... ejem... no tengo habilidad para criticar películas tan bien como el Chidoguan), y en fin... después de la función del festival del domingo, fui a cenar con mis amigos, a un lugar donde casi me agarro a trancazos con el maleducado mesero (en mi imaginación, claro está).
Y así estuvo mi fin de semana.
¡Hasta luego, querido blog!
Romeo
Discúlpame por no haber escrito durante casi una semana, pero he tenido unos días muy ajetreados. Verás: los ensayos para el concierto en la escuela terminan muy tarde y deberás comprender que yo necesito dormir; además, me tocaron dos partidos con la selección de fútbol entre semana y obviamente no podía faltar (aunque en ambos ocupé la misma posición: la banca [lo que me recuerda el sabio comentario de uno de mis compañeros de posición: "La banca es el lugar más chido, güey, ves todo el partido y te pagan"... silencio de 10 segundos... "No seas imbécil, a nosotros ni nos pagan"...]).
El sábado a las 8 P.M. fue la primera función de nuestro festival de canto, claro que había que llegar a las 5 para el ensayo general, pero tu servidor se fue a jugar fútbol con su equipo del torneo interno ("Los Increíbles" ¬¬) y llegó al ensayo a las 6 y arrastrando las piernas literalmente. El festival terminó como a las 11, y no conforme con lo molido que tenía el cuerpo, se fue al antro a "festejar" con sus amigos, tomó algo de alcohol (error #1) y bailó hasta las 3 A.M. (error #2), de lo cual se enteró el director del grupo de canto, razón por la que regañó a más de 3/4 partes del mismo (síntomas: voces aguardentosas, cabezas a punto de explotar, bocas secas, ojos irritados, filas en los baños...).
En fin, el domingo que fue el "día de la familia", fui a desayunar con mis papás (como mi hermana está de viaje, yo soy el consentido), luego a mensear un rato, después a comer y más tarde al cine a ver "Mar Adentro" ("lo tiene todo, me hizo reír, me hizo llorar [...]" ejem... ejem... no tengo habilidad para criticar películas tan bien como el Chidoguan), y en fin... después de la función del festival del domingo, fui a cenar con mis amigos, a un lugar donde casi me agarro a trancazos con el maleducado mesero (en mi imaginación, claro está).
Y así estuvo mi fin de semana.
¡Hasta luego, querido blog!
Romeo
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