Es hora

-Pues sí... es hora.
-¿De que te vayas? Por favor, no seas dramático, te vas sólo por unos días, semanas, cuando mucho... ¿a quién puede importarle? (con su característico tono de irónica tranquilidad que hiere)
-De eso no hablo, idiota. (refuta enojado, al sentirse descubierto)
-¿Entonces? (le permite echar a volar su imaginación)
-Bueno, sí... pero no lo pongas así de crudo, yo sé que algo me dejará esto. (dice, con esa mirada pensativa que busca respuestas donde raquíticamente suele encontrarlas)
-En realidad podría... (intenta darle los ánimos que tanto necesita, pero es interrumpido)
-No; en realidad no. La verdad es que no sé ni a qué voy. Es un viaje que yo no escogí, que yo no pagaré y que tal vez ni siquiera disfrutaré.
-¡Ja! Ahí vas, como siempre, a usar esa autocompasión que tanto te encanta...
-No es a propósito, es como pienso en realidad.
-¿Tú? ¿Piensas? ¡Por favor! ¡No me hagas reír!
-¡Ey! No seas tan cruel...
-¿Y quién más si no soy yo? Tus teatritos no funcionan conmigo, nunca han funcionado, y tú lo sabes.
-Cambiemos de tema, ¿te parece?
-A ver... ¿qué tienes en mente?
-No lo sé... ni siquiera me dejaste comenzar con el tema que tenía en mente en un principio...
-A ver... soy todo oídos...
-(aclara su garganta, su memoria y sus pensamientos) Me refería a que es hora... es hora de que me reveles qué fue lo que sucedió con ella en realidad. ¿Qué pasó? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿En qué momento...?
-Calma, muchacho, calma. Hay respuestas para todo. Yo tengo algunas, pero tú deberás darte cuenta por ti mismo de las demás. (con ese semblante de sabiduría que argumenta tener)
-Entonces... ahora yo soy "todo oídos" (intenta bromear para reducir la tensión, sin mucho éxito).
-¿En realidad no sabes qué pasó? (un silencio que incrementa el ambiente de hostilidad le obliga a continuar sin esperar la, ya conocida, respuesta) Sí fue amor, y eso tú lo sabes mejor que yo y que toda la bola de ignorantes que creen conocer la situación a la perfección. Fue amor como el que nunca había sido experimentado en la vida... pero algún día tenía que terminar...
-Sí, pero, ¿por qué tan rápido?
-Porque todo comenzó muy rápido, se dio muy rápido, se intensificó aún más rápido... y por ende...
-Terminó rápido. Suena lógico, aunque no estoy contento con tu decisión. Pero, a ver, continúa, ¿qué fue lo que pasó?
-Me cansé... (hace una pausa para secarse el sudor) Conforme el tiempo pasaba, eran más las dificultades que se iban suscitando que las alegrías que le regalaba. No era justo. Ella ponía todo de su parte, mientras que yo sentía que nunca podría igualarla, y eso me hacía sentir mal. Yo hacía mi esfuerzo, pero simplemente esto de las relaciones no se me da. Tú me conoces, amigo, y eso es precisamente algo que, siempre que tienes la oportunidad, me criticas hasta hacerme sentir ínfimo. Porque cada vez que intento, los resultados son peores... porque cada vez que me doy la oportunidad, surge algo que acaba con la ilusión. Es triste, yo lo sé, pero es la verdad, y alguien tiene que saberla. Por eso creí conveniente ponerle fin a ese tomento para ambos, por eso decidí cerrar el capítulo, porque ella no merece sufrir así. Y no hay vuelta atrás. Lo siento, en verdad lo siento.

*12:30 A.M. Una historia termina.

Creo que fue como a la media hora de haber comenzado el día 17 de junio, que decidí no seguir escuchando esa reveladora, pero hiriente conversación, entre mi razón y mi corazón. Éste último intenta abrirse, escuchar y ser escuchado, amar y ser amado, cosas que parecen tan simples pero que una vez que se viven son más complejas que la vida misma sin ellas; mientras que, mi siempre fría y sobria razón, intenta aminorar cualquier emoción exagerada que pueda surgir de mí hacia el exterior. Así fue. Así es, y tal vez por mucho tiempo así será. Porque así soy yo, porque así siempre he sido y porque, contra cualquier intento de cambiar, así siempre seré...

Mientras tanto, hoy duermo tranquilo. Y mañana despertaré con mi máscara de felicidad, intentando que se desvanezca poco a poco hasta que esa felicidad sea simple y sencillamente mi propio rostro. El puro y transparente reflejo de mi alma.

Tiempo. Eso necesito. Hasta pronto.