Sintonizando por ahí

Oh, sí, era un bello día, me disponía a alistarme para ir a la escuela, cuando se me ocurrió prender la radio y sintonizar una estación dirigida hacia el mercado juvenil, de manera aleatoria.

Y qué monada de locutor me encontré (entiéndase como una especie rara, y sin ofender al Mono), digamos que era "un diamante en bruto", pero en serio, re-bruto el hijo de su respetable.

Primero me hizo reír con atinados comentarios como: "es de que se antoja después de comer aventarte una siestecita por un ratón, ¿apoco no? Pero pus ni pepe... hay que trabajarle, amigochos...", después prosiguió a informarnos amablemente con lo que él llamó "la nota del día", refiriéndose ni más ni menos que a la operación en el dedo que le van a hacer a Yordi Rosado por caer mal en una alberca mientras hacía una de las babosadas que se le ocurrieron a su amo y señor Adalberto Ramones (lo que hace la gente por dinero). La verdad es que me dejó muy preocupado, quise inmediatamente tomar el teléfono y hacer miles de llamadas de apoyo a Yordi o incluso mandar a hacer camisetas con la leyenda "Vamos, Yordi, todo saldrá bien"... pero luego vi que estaba destendida mi cama, y consideré más importante arreglarla, mientras mis tímpanos gritaban desesperados y ansiosos de que terminara la burda e ininteligible canción de Britney Spears; sólo para que después regresara nuestro buen amigo a contarnos acerca de la noche de los Grammys (o cualquier otro intento de premio musical cuya función sea elevar aún más el ya de por sí sobrevaluado ego de las celebridades que se hacen llamar "artistas"), noche que fue acaparada por "Ucher y Alicha Keis", según él... en fin... estaba teniendo la diversión de mi vida, y a la vez me enteraba de chismes de la farándula, pensando que ya iba a poder dormir tranquilo, pues ya me enteré dónde van a pasar sus próximas vacaciones "Yei Lou y Marcántoni", como decía mi camarada, cuando mágica y esplendorosamente sucedió lo inimaginable: ¡¡¡el locutor del demonio se puso a cantar!!! ¡¡¡sí!!! era una canción de "Brallan Adans" en una versión que parecía una mezcla entre inglés, japonés y huasteco, en una de las voces más fastidiosas que he escuchado en mi vida (algo así como la de Paulina Rubio, pero en hombre...).

Y así terminé de vestirme en fachas, peinarme con los dedos y revisar la bandeja de entrada de mi celular, repleta de bellísimos mensajes de Dariela. Pero como no quería asociar algo tan sublime con las barbaridades que había escuchado en la radio, volví al tema por el cual me nació el deseo de preguntar al aire: ¿Qué se necesita para ser locutor de radio? Vamos, no quiero ofender a los buenos locutores que, aunque escasean, existen... pero habría que explicarles a los demás que el término "cultura general" no está asociado, y nunca lo estará, con saberse de memoria el guión de "La Oreja", "Ventaneando" o "Con Todo"...

¿Apoco no les encanta la cara de pen...niño bueno que tiene?