jueves, 10 de febrero de 2005

Poniéndonos sentimentales

Dariela. Primera Parte.

Fue en noviembre de 2004, cuando el chico se dirigía a su casa después de una noche en un antro (bar, disco, boliche, lounge, como tu nacionalidad te obligue a llamarle...), que le sucedió algo que realmente lo dejó pensando.

Se detiene en una tienda a comprar chicles para matar el aliento alcohólico que lo delataría sin pensarlo dos veces, y observa hablar por el teléfono público a una hermosa chica de 18-20 años; estaba llorando.

Se acercó, y su boca semiadormecida por el efecto alcohol-goma de mascar picante alcanza a pronunciar:

-¿Estás bien?
-Sí
-¿Te puedo ayudar en algo?
-No, gracias, estoy bien
-OK (aunque pensó: "Tú te lo pierdes... de todos modos tengo que llegar a mi casa" [2:30 A.M.])

Sube al coche, arranca y justo cuando pasa al lado de ella, sus labios, sin permiso de su cerebro quizás, se abren de nuevo para decir:

-En serio, ¿estás bien?
-La verdad es que no. Tuve una pelea con mi novio y me dejó aquí. Espero a que mis amigas vengan por mí; ¿podrías quedarte conmigo en lo que ellas llegan?

No podía negarse ante tanta dulzura que había sido quebrantada tan sólo unos minutos atrás. Tomó el chicle que había comprado y se lo ofreció. Ella lo tomó apenada pero agradecida. Pasaron los minutos, y entre "no pareces de 19 años" y otros comentarios que la resaca del siguiente día borraría, se dieron cuenta que no llegarían por ella nunca. Fue así que se ofreció a llevarla a su casa, y después de otros minutos más, ella accedió de nuevo avergonzada, tal vez pensando que el chico se veía completamente tierno e inofensivo y su único propósito era ayudar... tal vez ni siquiera le pasó por la mente y sólo quería llegar a su casa a dormir.

No pasaron ni 5 minutos, cuando ella dijo "aquí es", tiempo suficiente para que él grabara en su memoria y de manera permanente ese bello rostro adornado por una cabellera lacia y rubia que pertenecían a esa inolvidable e inalcanzable chica llamada Dariela. Ella bajó del coche mientras pronunciaba aquellas palabras:

-Disculpa las circunstancias en que tuvimos que conocernos, aunque tal vez llegue el día en que nos volvamos a ver; gracias.

Y se fue. Y también partió rumbo a su casa ese ángel guardián, pensando que dentro de pocos días olvidaría esa experiencia sabatina... aunque aún no lo logre...

8 comentarios:

Luis Martínez Álvarez dijo...

Jeje, qué buena historia mr. cougar! Espero que no haya sido parte de su alucín alcohólico.

Ginger dijo...

entonces los angeles si existen? es muy bueno saberlo, muy pero muy linda historia! incluso a que fuera alucin de una noche de alcohol y chicle jaja!

Unknown dijo...

Por supuesto que existimos! jajaja

Y como aclaración: confieso mi leve estado de ebriedad, pero aseguro que todo lo narrado es cierto.

Anónimo dijo...

worales ke linda historia.. es una situacion linda... y tambien lindo el angelito ke le cayo del cielo.. ehh porke a esas madrugadas solo pueden haber personas ke se kieran pasar de listos...

RUFUS dijo...

buen relato...
pero has hecho trampas, todo el cuento contado en tracera persona (un narrador ajeno a la historia) y al final te conviertes en el protagonista.... a claro, de hecho, esa es la fuerza del final. es una narracion cuadrada... digo redonda

Unknown dijo...

fiamma: me agrade que te haya gustado, muchas gracias por tu comentario.

rufus: ¿me creerás que por más veces que leí de nuevo la historia no encontré ni una sola frase en la que hablase en primera persona? Ilumíname, chico normal (jaja, es broma).

RUFUS dijo...

Te voy a iluminar como un profeta con una linterna a un discípulo descarriado. (También por el comentario que dejaste en mi blog). Empiezas el relato con: “Fue en noviembre de 2004, cuando el chico se dirigía a su casa...”, esto es en la voz de un narrador, en tercera persona porque habla de él. Y terminas con un párrafo que empieza igual pero en la ultima frase cambias bruscamente con un: “...aunque aún no lo logre...”

Es decir, en el último momento te convierte en el protagonista. No lo critico, todo lo contrario encuentro que es un efecto buenísimo porque el relato se da por verdadero y da más impresión.
(lo que hacías trampas también lo decía yo en broma). Y en cuanto lo de la persona normal, no sé si has leído el relato pero también era de cachondeo ya que se describe a un friki que esta loco como una cabra y se piensa que él es el normal. Salut.

Unknown dijo...

RUFUS:

Va. Mencionas: "...aunque aún no lo logre...", yo lo utilizo así: "aunque [el chico] no lo logre". Si conjugamos el verbo [lograr] en subjuntivo, quedaría así:

aunque yo no logreaunque tú no logres
aunque él no logreaunque nosotros no logremos...

He ahí nuestra discrepancia. Tal vez yo no fui lo suficientemente explícito y me cerré diciendo "no me equivoqué", tal vez tú fuiste demasiado juicioso y te cerraste diciendo "sí te equivocaste".

Acepto mi parte de culpa, gracias por estar tan atento a mi blog, seguiré visitando el tuyo.